En el Monumento Nacional y bajo la sombra del frondoso árbol de Tamarindo -que a decir de muchos fue el único testigo del encuentro-, pioneros y jóvenes hicieron un llamado "a la unidad, en medio de la diversidad, como garante de la continuidad de la única Revolución cubana, que tuvo en este paraje un importante momento para trazar el destino de las luchas por la independencia", con la presencia de autoridades políticas y gubernamentales de la demarcación.
Desde tiempos republicanos, cada 5 de mayo, se realizan actividades conmemorativas, reforzadas tras el triunfo de la Revolución dada su importancia histórica, por constituirse en el encuentro más importante a pocos meses de iniciarse la gesta -aunque tenso y polémico, dadas las distintas posiciones sobre las potestades militares y políticas que tenían los líderes revolucionarios-.