A sus 75, hace una retrospectiva a Sierra Maestra, para coincidir que los azares la condujeron al sitio indicado en el momento preciso. Para 1969 comenzó su trabajo en el Banco Nacional de Cuba (BNC), pues se requería personal con un determinado nivel cultural para establecer los expedientes laborales.
Primero como oficinista y luego de especialista en el área contable. El BNC en ese año hacía la función de banco central, de ahí no solo se atendiera el ahorro de la población. Ya existía una Subdirección de Ahorros y Créditos.
Para 1983 se crea el Banco Popular de Ahorro (BPA), para atender a las personas naturales -por el crecimiento de las actividades (seguridad social, pagos de multa, los créditos personales...)-, y ante la sola existencia de una sucursal en las ciudades cabeceras de las provincias:
“Previo al triunfo de la Revolución, los bancos eran un sitio para la élite y los ciudadanos no conocían de términos como el interés, la atención a las vacaciones...
“En los primeros años nos tocó educar a la población en el ahorro, con una labor de captación. Los fines de semana íbamos a los barrios, para explicarles la necesidad de abrir una cuenta; de nuestra misión en la salvaguarda de recursos monetarios y como fuente institucional de financiamiento del crédito bancario, tanto para las empresas como personas naturales”.
Brenda ejerció como Supervisora de la actual Sucursal 652, y con posterioridad dirigió en la de Enramadas y Corona. Luego de tres años, la promueven a Jefa de Departamento de Créditos Personales del territorio:
“Asumimos la automatización de los créditos -ya que antes todo era manual y hacer cuentas devenía en una tarea de titanes-, y la entrega de los títulos de propiedad por la Ley General de Vivienda”.
Fungió, además, como Subdirectora Comercial, luego de Medios y Financiera. Siempre vio la superación como una necesidad, tanto la de ella como de sus coterráneos. De ahí que la integración a los cursos de habilitación en el Instituto Técnico Financiero Bancario contó con todo el compromiso y la responsabilidad.
Aún contribuye al desarrollo de las nuevas generaciones, de los nuevos ingresos, los adiestrados. “ellos son mis mayores logros, mis frutos ”, sentenció, señalando a quienes hoy asumen los retos en el Banco Popular de Ahorro.