Historia
Hacia la patria profesó siempre nuestro Héroe Nacional el más puro de sus amores. Por ella vivió y murió. Y por eso sigue viviendo.
Se podrían llenar cientos de cuartillas con palabras por él dedicadas a ese amor, a la necesidad de forjar y defender la patria, y a ella dedicarlo y subordinarlo todo, como el mayor deber.
Hoy como homenaje a nuestro Martí, en el aniversario 125 de su caída en combate, seleccionamos algunos de estos pensamientos, con fuerza de presencia para el pueblo cubano y más allá.
El 24 de febrero de 1895 se inserta con luz inextinguible en la historia cubana del siglo XIX, con vigencia para los tiempos presentes y los que están por venir. Fue la demostración de que en Baraguá, el 15 de marzo de 1878, no se apagó la llama de la rebeldía, y de que, en lugar del cese de la lucha, El Zanjón fue solo una tregua para reiniciarla con mayores bríos y superiores proyecciones.
La Habana (PL) Con la alegría del renacer de las voces de Patria Libre, en los campos cubanos, el 24 de febrero de 1895 veteranos mambises y jóvenes revolucionarios, se pusieron en pie de guerra, convocados por José Martí.
Este sentimiento latinoamericanista de José Martí está contenido en una carta por él escrita a su amigo venezolano Fausto Teodoro de Aldrey, firmada en Caracas, el 27 de julio de 1881.
En la misma epístola, el Héroe Nacional cubano expresa otras palabras muy conocidas por los cubanos y en disímiles latitudes: Deme Venezuela en qué servirla: ella tiene en mí un hijo.
La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida. Truécase en polvo el cráneo pensador, pero viven perpetuamente y fructifican las ideas que en él se elaboraron. Con este pensamiento martiano evocamos este 16 de enero la vida y obra del luchador revolucionario cubano Rubén Martínez Villena, fallecido en esa fecha de 1934.