El acto nacional de inicio del proceso se realizó este miércoles en el Instituto Preuniversitario Vocacional Antonio Maceo, en la Ciudad Héroe, y propició la masividad de un procedimiento que se desarrollará en todas las comunidades de este territorio suroriental.

Al respecto, la Teniente Coronel Adalis González Acosta, jefa de Potencial Humano del Comité Militar Provincial, explicó que en cumplimiento de lo establecido en la Ley 75 de Defensa Nacional, artículo 77; y el Decreto-Ley 224, artículo 32; al arribar a los 16 años de edad todos los varones deben inscribirse en el Registro Militar.

De acuerdo con la especialista, esta es una primera etapa. Posteriormente se realizará la conciliación de los datos con el Carné de identidad y Registro de Población, y finalmente se procederá a la verificación de los bizoños.

Sobre las particularidades del proceso, González Acosta señaló que los jóvenes deben asistir a las áreas de atención del Comité Militar en su lugar de residencia, portando el carné de identidad, o la tarjeta de menor. Una vez inscritos, estarán en la obligación de participar en los procesos relacionados con el servicio militar activo: la dispensarización, el chequeo médico, el reclutamiento y el llamado a cumplir el servicio.

Aunque por ley la población femenina está exenta de incorporarse al servicio militar, pueden hacerlo voluntariamente, y a ello se dedicó también el acto en el preuniversitario santiaguero.

González Acosta detalló que si las jóvenes lo desean, pueden dirigirse al área de atención del Comité Militar en su comunidad para solicitar la captación. A partir de que se les inscriba, deberán cumplir los procedimientos previstos para ambos sexos.

"Durante el servicio militar voluntario femenino las muchachas se desempeñan en diferentes funciones y del mismo modo que los hombres, logran una elevada preparación, disciplina y responsabilidad", apuntó la oficial.

Además, este período en que las adolescentes son adiestradas para servir a la Patria con las armas, ofrece beneficios para la continuidad de estudios y para el inicio de la vida laboral.

"Ellas tienen la posibilidad de solicitar hasta cinco carreras universitarias. Y se les prioriza para el otorgamiento de una de estas opciones sin tener que competir con el resto de los jóvenes que aspiran a formarse en esas profesiones. Asimismo, al egresar de la universidad, se les exime del servicio social. "A las que no deseen matrícular en la Educación superior, se les vincula laboralmente", destacó.

Para creer...

El cumplimiento del servicio militar puede ser una experiencia inolvidable para los jóvenes de ambos sexos. Ramón Espinosa Benítez, estudiante de onceno grado del IPVCE Antonio Maceo, dijo a Sierra Maestra sus expectativas.

"El servicio militar activo nos dará la posibilidad de conocer una nueva vida. Nos preparará para el futuro, como ciudadanos capaces de defender la Patria y la Revolución. Además, nos ofrece una nueva oportunidad para continuar estudios mediante la Orden 18", dijo.

Su compañero de clases, Arnaldo García Garzón, de 17 años, tiene un arsenal de anécdotas de sus amigos sobre el servicio, y espera que para él también se convierta en un período memorable.

"Te desarrollas mental y físicamente, conoces gente nueva y aprendes a desenvolverte en un ambiente diferente, sin la familia. Y las posibilidades de estudio son muy amplias...", comentó.

Lenia y Elizabeth tienen 18 años. Ahora son las soldados Leyva Matos y Currá Zamora, respectivamente.

Hace algunos meses fueron llamadas a cumplir la voluntad manifestada por ambas de unirse al servicio militar.

"Es una experiencia única. Pertenezco a la Guardia de honor, tengo que hacer relevos en el Cementerio Patrimonial de Santa Ifigenia, y es un orgullo estar junto a la tumba de nuestro Héroe Nacional José Martí, de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, de Carlos Manuel de Céspedes y de Mariana Grajales, que son el Padre y la Madre de la Patria", afirmó Lenia, quien halla satisfacción en las misiones encomendadas, a pesar del rigor.

"Hicimos la Previa en Baraguá y fue un mes de mucha acción y sacrificio... Ahora estoy pasando un curso en la unidad donde me ubicaron y la preparación es muy fuerte, pero las condiciones de vida son óptimas, y me encanta lo que estoy aprendiendo porque me va a servir para toda la vida", agregó.

Por su parte, Elizabeth está materializando un sueño de la niñez.

"Yo quería ser Camilito, pero a veces la familia prefiere que una escoja otra cosa por temor a lo difícil que puede ser la vida militar... Entonces, cuando me hablaron de la posibilidad de incorporarme al servicio militar voluntario femenino, acepté.

"En las Fuerzas Armadas Revolucionarias las mujer es tratada con respeto. Todo lo que hacemos es muy motivador y yo me siento muy bien. Además una crece como persona: el servicio nos hace más independientes y responsables, nos prepara física, mental y espiritualmente para la defensa de nuestro país y para enfrentar cualquier situación", concluyó.

Con el acto de este miércoles, se abre para los bizoños un proceso que los integrará a una de las vías principales para cumplir el deber de defender la soberanía nacional. Además, lo vivido en las FAR los hará mejores personas y no sólo por la preparación militar y política, las habilidades y la disciplina que se adquieren, sino porque es fragua de valores como el patriotismo, la laboriosidad y la solidaridad.