Santiago de Cuba,

Recogida de desechos sólidos, un asunto de múltiples matices

25 April 2024 Escrito por 

En medio de la compleja situación con los combustibles y la técnica acentuada por el bloqueo y los efectos de la pandemia de la Covid-19-, implica retos para ejecutar, diariamente, la recogida de los más de 1 900 metros cúbicos (m³) de desechos sólidos generados por la población, la economía y los servicios en la provincia se mantiene con altas y bajas.

No obstante, y visto desde la generalidad, la higiene comunal y ambiental en la demarcación se ha mantenido estable durante los últimos años. Lo que no opaca que en zonas periféricas de las ciudades de Santiago de Cuba y de Palma Soriano, principalmente, el panorama no sea halagüeño, en tanto los microvertederos y la fetidez se agigantan, en parte de por la indisciplina social, en parte por ciclos de recogida extremadamente dilatados.

Un asunto de todos
Alexander Barrios Cabrera, vecino del periférico reparto La Risueña, en la Ciudad Héroe, se queja porque «hace más de dos meses que no pasa el carro de la basura y no podemos acumularla en las casas, es por eso que las esquinas se llenan de desechos», otra residente del lugar alude que «los carretilleros viene de vez en cuando y trasladan la basura hacia los potreros y la queman allí».

Situaciones como esa se dan en muchas áreas del centro Urbano José Martí, y en sitios puntuales de los residenciales repartos de Sueño y Vista Alegre.
Eliécer Moreno González, en Palma Soriano, reseñó que «en los alrededores de la línea del ferrocarril, en la céntrica Avenida Libertad, la gente vierte la basura todo el tiempo porque los ciclos son muy largos, pero hoy la recogen y por la noche vuelve la suciedad». Yolanda González Martínez, de San Luis, aprecia el esfuerzo de los trabajadores «pero a veces la basura se acumula demasiado cerca de nuestras casas».

Algo similar ocurre muy cerca del centro de San Luis, donde la gente vierte desde animales muertos hasta escombros en «una esquina en la que los propios barrenderos tiene un punto donde concentran los desechos de sus áreas para luego ser recogidos por el carro; aquí campean los roedores, los malos olores, y la indisciplina; es un basurero que como el ave fénix renace de las cenizas», denunció Gisela Rodríguez Méndez.

Los contrastes entre las principales arterias y espacios públicos de las ciudades de Santiago de Cuba, Palma Soriano, Contramaestre, San Luis y La Maya, -donde en honor a la verdad prima la limpieza-, y los barrios más distantes donde proliferan microbasurales-, se dan no solo en la periodicidad de los ciclos de recogida, la presencia de barrenderos, inspectores, también radican y en un alto grado-, en la responsabilidad individual y colectiva de los ciudadanos.

Es en Palma Soriano, segundo municipio más poblado de la provincia y que generó 8 000 m³ de desechos sólidos en 2023, donde la situación se torna más compleja, de nueve vehículos, «solamente uno está trabajando, junto a otros tres alquilados a Empresa Pecuaria», dijo Sergio Macías Pérez, subdirector de la Unidad Presupuestada de Servicios Comunales del territorio.

De acuerdo con Ángel Soulari Quesada, Subdirector de Higiene Comunal y Ambiental de la Dirección Provincial de Servicios Comunales, «de 120 equipos automotores solo 48 se encuentran en explotación, los 64 restantes están en los talleres, es esa una de las principales dificultades de nuestra entidad, aparejado a la disponibilidad de combustible. Contamos con siete carros plancha, 31 son tractores e igual cantidad colectores especializados, 22 equipos pesados -grúa, cargador y buldócer-, 17 camiones de volteo y cuarto ampliroll».

En el municipio cabecera la recogida se realiza diariamente en las arterias principales. De igual modo ocurre en la mayoría de los municipios, aunque cada uno tiene sus particularidades. Según el directivo , «en las zonas comunales, los consejos populares periféricos y poblados rurales se hace en días alternos, y cerca del 90 por ciento de la recogida se realiza con vehículos de tracción animal contratados por la entidad».

Esos miles de metros cúbicos de desechos se clasifican en degradables y no degradables. Los primeros -cáscaras, masa vegetal, y otros tipos de materia orgánica-, se pueden usar para producir compost, que sirve luego como fertilizante. Los no degradables -botellas, materiales plásticos y metales en general- , bien pueden ser reciclados y vendidos como materias primas, «eso constituye una fuente de ingreso adicional para Servicios Comunales, y tiene que incrementarse en cada uno de los vertederos, porque hay que quemar lo que no pueda ser reutilizable», sentenció Soulari Quesada.

Higiene comunal es higiene colectiva
Roberto Costilla Rivera, desde hace siete años, labora como barrendero en el segmento desde la Plaza de la Revolución Antonio Maceo hasta la Terminal Calle 4, «comenzamos desde horas de la madrugada y continuamos hasta la tarde, bajo el caliente sol de esta ciudad; nos duele mucho que algunas personas tiren la basura por fuera de los cestos, incluso frente a nosotros y sin ningún tipo de consideración».

Algo similar opina Alexei Munive Pozo, en ejercicio desde 1998, porque «muchos exigen y cuestionan acerca de la limpieza de la ciudad, pero pocos apoyan de manera efectiva; no por trabajar en esto soy ignorante, se comportan como tal los que puertas afuera de sus casas les importa poco la higiene. Nosotros trabajamos en condiciones muy difíciles, escasean los medios de protección, los escobillones, pero lo hacemos de la mejor manera posible».

Los operarios de las brigadas de recogida se enfrentan a desechos de todo tipo, en similares condiciones de trabajo; uno de ellos, contactado por Granma, lamenta que «no tengan la fuerza de antes las jornadas de limpieza y embellecimiento que convocaban las organizaciones de masas, y que contribuían de manera significativa con esta importante acción de mantener bello el entorno».

Con la puesta en funcionamiento de un lote de carritos de tracción manueal para al recogida de desechos, reparados por la empresa no estatal de Reparación de Equipamiento Industrial y Médico Oriente Sur (Retos), se ha humanido el trabajo de los barrenderos y las brigadas de higiene communal en el muncipio cabecera y se rehabiliatrán en este año, «los 310 carritos que necesita toda la provincia», aseguró Carlos Saumell Martínez, presidente de la Retos.

En los cientos de asentamientos rurales el panorama es más alentador, no por sus dimensiones mucho más pequeñas, sino por el sentido de pertenecia que sus habitantes tienen.

«Las 306 cooperativas promueven mucho la higienización de los barrios, involucrando a todos los factores», aseveró Yuneisi Calunga La O, miembro del Buró de la ANAP en la prtovincia.

La localidad de Chavecho, en Palma Soriano, aunque rodeada de cañaverales y con el ir y venir de las potentes combinadas KTP, tractores, de aves y ganado no déjà de lucir sus mejores galas, «el trabajo voluntario y la higienización es un principio que se ha establecido porque todo lo que hay aquí lo hemos hecho los asociados: casas, bodega, carnicería, círculo social y nuestra sede», expresó con sano orgullo, Odalis Rosales Elías, presidenta de la CPA Juan José Verdecia.

Con admirable celo, jardineros, operarios y guardaparques atienden los 204 parques y otros espacios públicos santiagueros - la mayoría sometidos a procesos restauración-; tradicionales sitios de encuentro y sosiego de abuelos, estudiantes, amigos y parejas.

La Santiago de Cuba cada día «más bella, higiénica, ordenada y disciplinada», es posible y necesaria, amerita del concurso de la mayoría, la corrección oportuna a los infractores y la generalización de las múltiples alternativas que «quitan pedacitos a los problemas».

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Luis Alberto Portuondo Ortega

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