“Tenemos 985 hectáreas donde antes se cultivaba caña; hace aproximadamente tres a cuatro años que no se cortaba y las autoridades de la provincia y el territorio decidieron crear un polo de producción de alimentos y la Empresa lo asumió.
“Lo que hoy se ve solo lleva seis meses, comenzamos en mayo con 110 usufructuarios vinculados a nuestra entidad. La Empresa como tal tiene unas 110 hectáreas donde predomina el plátano, la yuca, el boniato, maíz, granos y hortalizas.
“Se ha trabajado duro, con limitaciones de recursos, con lo que nos ha impuesto la vida, ya recolectamos los primeros frutos como calabaza, quimbombó, una parte de boniato que según se cosecha sembramos nuevamente. Además los intercalamos con otros como la yuca, que es muy resistente; el boniato se plantará en pocas cantidades con el fin de proteger las semillas para la primavera, si tenemos en cuenta que nuestra agricultura en la zona es de secano.
“Ya tenemos un número de productores que pueden crear los bancos de semilla de boniato, de igual manera se protege el maíz. Así vamos montado un programa que nos permita siempre tener alimentos como el plátano burro, muy resistente a la seca, y pensamos en la próxima campaña llegar a no menos de 27 hectáreas de ese producto.
“También debemos garantizar otras semillas y para este año comenzaremos a incursionar en los frutales. Tenemos la responsabilidad de abastecer los mercados de Los Pinos y el del Ferrocarril todas las semanas, así como la Feria de los sábados en la cabecera provincial; y en La Maya al Mamey”.
En cuanto al café, afirmó que deben cumplir el estimado propuestoa pesar de las limitaciones. “De los lugares más intrincados los hemos sacado con bueyes y lo beneficiamos aquí en el municipio. Además incluimos la producción de carbón de marabú en los planes del 2024.
“Para el año que recién comienza pretendemos mantener escalonadamente los cultivos y abastecer a Santiago y a La Maya. También debemos garantizar el salario de los campesinos usufructuarios a partir del 70% de las producciones”.
