Santiago de Cuba,

Los escritores siempre soñamos o trabajamos en algún proyecto

22 April 2024 Escrito por  Gabriela Inés Suárez Villoch (Estudiante de Periodismo)

Tuve el honor de entrevistar al Doctor en Ciencias Médicas, Ricardo Hodelín Tablada, médico neurocirujano del Hospital Provincial Clínico-Quirúrgico Saurnino Lora, que se ha desempeñado a la par de su carrera médica como escritor, historiador y ensayista.

Ganador de múltiples reconocimientos y premios por su labor investigativa, como son: Premio Martiano de la Crítica Medardo Vitier 2008, Premio de la Academia de Ciencias de Cuba, Premio Anual de la Salud, Premio del Rector, Orden Julio Antonio Mella, Medalla Abel Santamaría, entre otros.

¿Qué lo hizo iniciar en el mundo de la escritura?

“Le cuento que fui el pionero que escribía composiciones, así se llamaban entonces, y que participaba en los concursos literarios, en los matutinos. Creo que nunca tuve miedo escénico, me encantaba recibir las visitas que iban a la escuela y ahí comencé escribiendo los llamados comunicados.

“En la enseñanza primaria participé en un concurso y gané las obras completas de Nicolás Guillén, ahí me inicié en la lectura de la poesía. Mi papá era un barbero que leía mucho y me ponía tareas de hacer composiciones sobre diversos temas.

“También me leía los escritos de la revista Bohemia, por cierto, me dejó una colección de esta revista que es un tesoro. Asimismo, escribía mis diarios, era una costumbre de los jóvenes de la épocaEn la primaria comencé mis lecturas martianas con la curiosidad de saber un poco más sobre aquel hombre que era un busto blanco en el patio de la escuela.

“Importante fue mi entrada al Instituto Preuniversitario Cuqui Bosch, un centro que era todo una institución cultural, ahí me integré al taller literario y escribí poesía y cuento, también pertenecía al grupo de teatro. En el taller literario del Cuqui, dirigido por Gladys Horruitinier, nos visitaron intelectuales de la talla de José Soler Puig, Waldo Leyva, Efraín Naderau y otros.

“En los Festivales de Aficionados entre las manifestaciones culturales estaba la literatura, recuerdo que escribí un libro de poesía titulado Del pasado al futuro que fue Premio Nacional. En los estudios universitarios continué en el taller literario e incorporé la ensayística y las investigaciones históricas que llegaron para quedarse.”

¿Cuál fue su inspiración para investigar y escribir sobre las enfermedades del Apóstol José Martí?

“En el año 1996 me encontraba en el extranjero y ese momento leía el libro Cesto de Llamas, biografía de José Martí, excelente libro de Luis Toledo Sande, que ha tenido múltiples ediciones en Cuba y en el extranjero, y que recomiendo su lectura. En el, se comenta en varios momentos que Martí estuvo enfermo, sin ir al detalle de las enfermedades.

“Sucedió entonces que los cubanos que estábamos allí decidimos recordar al Apóstol en un aniversario de su nacimiento y a mí, se me ocurrió escribir un texto de apenas seis cuartillas, basado en el libro, donde relataba las veces que Martí estuvo enfermo.

“Cuando terminé su lectura alguien del público me preguntó: ¿Doctor y de qué estaba enfermo Martí? Y en realidad me crucé de brazos porque no tenía la respuesta, y esa fue la pregunta, es decir, la motivación que me llevó a la investigación”.

Imagino que, siendo neurocirujano, una profesión muy compleja, ésta limite su tiempo de escritura. ¿Cómo se organiza para realizar ambas cosas sin descuidar de alguna?

“Para responder voy a comenzar citando a Martí, aquel cubano que organizó la guerra necesaria y unió a los cubanos en el exilio. En una correspondencia particular de El Partido Liberal, entre los días 4 y 6 de noviembre de 1886, Martí escribió: “[…] la organización, aconsejada por la inteligencia y servida sin ira por la voluntad, suple con ventaja a la revolución”. Es decir, hay que organizarse en la vida para poder cumplir los objetivos; a lo que añado la motivación y la voluntad de la que habló Martí.

“Se trata de estar motivado con las actividades que se realizan y cumplir con el deber y sigo citando a Martí: “El deber debe cumplirse sencilla y naturalmente”; esa fueron sus palabras al reunirse por primera vez con los emigrados cubanos, en Steck Hall, Nueva York, el 24 de enero de 1880.

“Cuando planificas bien, lo que significa organización, las actividades se cumplen. Mi profesión de neurocirujano me ocupa bastante tiempo, pero también en ocasiones en una guardia médica tengo espacio para leer y cuando termino que regreso a casa, descanso y luego al trabajo académico.

“Insisto en que el escritor no puede estar enclaustrado en su ostracismo; es necesario, vivir; las vivencias de la vida la encuentras en un paseo de familia, en disfrutar una obra de ballet, un buen juego de pelota, y también en una cola para comprar un producto o en la camioneta en la que se traslada el santiaguero común.

“Puedo asegurarle que estoy motivado con mi trabajo como neurocirujano que incluye actividades de asistencia médica, salón de operaciones, consultas, guardias, investigación, atención a los alumnos e incluso tareas de dirección administrativa. Y también busco siempre el espacio para mis investigaciones históricas y la escritura de mis textos; en resumen, lo importante es saber organizarse y disfrutar cada momento con la intensidad que permitan las circunstancias.”

¿Tiene algún proyecto en mente o ya en proceso?

“Los escritores siempre estamos soñando o trabajando en algún proyecto, te cuento que tengo mis manías como escritor porque creo que la creación es un acto de magia. Me encanta eso que escribió Pablo Picasso “la inspiración llega, pero tiene que encontrarte trabajando”, y para un escritor trabajar significa leer, leer mucho, pensar, meditar y escribir; entonces intento estar siempre a tono con Picasso.

“Una de mis manías es que no puedo escribir si no tengo el título, por eso demoro mucho en elegir el título que trabajo con empeño de orfebrería, cuando llega el título ahí mismo viene el manantial
creativo.

“Con este preámbulo puedo decirte que tengo en proceso una biografía sobre el Dr. Ramón Luis Miranda Torres, el último médico que atendió a José Martí. Es un libro donde evidencio que la relación Martí-Miranda trascendió la relación médico paciente para convertirse en una verdadera amistad.

“Martí le dedicó al médico un ejemplar de sus Versos sencillos con una hermosa dedicatoria, y el médico que disfrutó esa amistad tuvo una amplia vocación martiana, el monumento a Martí que está en el Parque central de Matanzas fue idea de Miranda y no digo más para que los lectores esperen atentos esta obra.”

Intercambiar con este polifacético profesional y tener la posibilidad de trasladar a los lectores de Sierra Maestra sus motivaciones y proyectos es una posibilidad ineludible que se convierte en agradable responsabilidad.

Más allá de títulos y premios Ricardo Hodelín Tablada es un hombre apasionado por sus dos razones de vida: la investigación científica entorno a las enfermedades del Héroe Nacional de Cuba José Martí y la Neurocirugía.

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