Más tarde, 1952, ingresó en la Universidad de La Habana en donde se hizo amigo de Fidel Castro y tras el Golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, Almeida se involucra en las manifestaciones que realizaban los estudiantes en contra del tirano Batista.
Pero fue en el Oriente cubano donde entró a la historia, primero en los muros del Moncada, como expedicionario del yate Granma, Alegría de Pío, con su legendario grito de “¡Aquí no se rinde nadie carajo!”.
Su dignidad y valor una vez más se pusieron a prueba en el ataque al cuartel de Uvero, él quedó inmovilizado por un disparo en el pecho, y la bala que pondría fin a su vida rebotó gracias a una cuchara que llevaba en el bolsillo.
En su amplia historia revolucionaria se compilan sus quehaceres, fue elegido por el Comandante Fidel Castro para fundar y conducir el Tercer Frente Oriental Mario Muñoz Monroy, y el 6 de marzo de 1958 llegaba a Puerto Arturo, con su Columna 3 del Ejército Rebelde, y funda así el frente guerrillero.
Al triunfar la Revolución, el Comandante Juan Almeida ocupó numerosas responsabilidades como integrante del Buró Político del Comité Central del Partido desde su fundación en 1965, vicepresidente del Consejo de Estado y presidente de la Asociación de Combatientes.
Su legado va más allá de la lucha revolucionaria, él incursionó en el arte como escritor y como compositor musical, compuso más de 300 canciones, -fundó los estudios Siboney de la ciudad santiaguera- que a través del tiempo se han convertido en éxitos: La Lupe, Dame un traguito, A Santiago, Qué le pasa a esa mujer… entre otras muchas.
También están sus libros, los que tienen un formidable valor testimonial donde lo que se cuenta es de primera mano, y revelan detalles inéditos; el primero fue, Contra el Agua y el Viento, premio Casa de las Américas, y su suman otros como la trilogía Presidio, Exilio y Desembarco, La Sierra Maestra y más Allá, La Aurora de los Héroes, ¡Atención! ¡Recuento!...
Almeida está presente en esta ciudad, donde se ganó el cariño y la admiración de sus hombres y mujeres. Quienes lo conocieron afirman que ni grados ni altos cargos transformaron al Almeida de la gente, al que solía ocupar un banco al lado de los santiagueros en el Parque Céspedes.
Su presencia quedó para siempre en esta ciudad y muestra de esto es la imponen escultura metálica con el rostro de Almeida, con su frase, ¡Aquí no se rinde nadie!, convertida en símbolo de resistencia de este pueblo y está enclavada en la fachada del teatro Heredia, la que fue creada por el escultor Enrique Ávila.
En resumen este cubano digno tiene una amplia hoja de servicio a la Revolución, un habanero que Santiago lo adopto como uno de sus hijos más ilustres por su entrega y lealtad, recibirá este 17 de febrero 2023 en Loma de la Esperanza, el homenaje del pueblo de Tercer Frente en representación de toda Cuba.