La comunicación oficial advierte que el evento puede ocasionar “síntomas irritativos en ojos, garganta, nariz y piel, así como síntomas respiratorios” y recomienda proteger especialmente a los grupos de población más vulnerable, como personas mayores, embarazadas, niños y pacientes con enfermedades respiratorias crónicas (como el asma, el enfisema o la bronquitis crónica, entre otras).
Según la Organización Mundial de la Salud, el riesgo radica en que la columna de aire seco y polvoriento que viaja miles de kilómetros desde el norte de África hasta América arrastra también bacterias, virus, esporas, hierro, mercurio y pesticidas. Además, bajo su impacto son menos probables las lluvias, aumenta la temperatura y, como tiene aproximadamente un 50% menos de humedad que la atmósfera tropical, también puede causar afecciones dermatológicas.
De ahí que las autoridades sanitarias cubanas recomienden ingerir abundante líquido y usar ropa fresca, con lo cual disminuye la sensación de calor y es menos probable que aparezcan o se agudicen las manifestaciones respiratorias.
Otras medidas preventivas son el uso de la mascarilla o nasobuco y de espejuelos para proteger las vías respiratorias y los ojos del efecto de las partículas. Asimismo, las personas que padecen alergias deben cumplir rigurosamente el tratamiento médico para evitar las crisis.
La nota informativa divulgada la víspera insta a la población a acudir a los servicios de Salud ante la “presencia de síntomas o agravamiento de su enfermedad habitual” en busca de orientación sobre la conducta que debe seguir para tratar el cuadro clínico.
Anualmente, más de 100 millones de toneladas de polvo del desierto del Sahara se trasladan hacia países de Europa y América, generando el incremento de las concentraciones de material particulado en la atmósfera, lo que suele provocar la aparición de alergias y crisis asmáticas en muchas personas, según la OMS. De ahí la importancia de mantener las precauciones indicadas por el Ministerio de Salud Pública y estar atentos a las informaciones oficiales.
Si bien puede generar molestias y enfermedad a los seres humanos, este evento no genera situaciones de emergencia en la sociedad, y su traslado dura pocos días.
Como un dato curioso, valga decir que la nube sahariana resulta beneficiosa para muchos ecosistemas de este lado del planeta.