Esto es en reconocimiento a la representatividad, la cantidad y el valor de los geositios que posee, así como por la necesidad de gestionarlos, conservarlos y usarlos de manera sostenible, en conexión con los demás aspectos del patrimonio natural y cultural existente.
El segundo Geoparque de Cuba será gestionado por el Centro Oriental de Ecosistemas y Biodiversidad (Bioeco) junto a otras entidades del territorio.
Según refiere la Gaceta extraordinaria, en él se cumplen las regulaciones siguientes: “El desarrollo de las actividades agroforestales, la gestión del suelo y el agua, cuentan con sus respectivos programas de manejo, según las políticas nacionales aprobadas a tales efectos; la exploración de las cuevas que no posean acceso público, se realiza con presencia de especialistas en espeleología autorizados por entidades competentes y con los equipos básicos necesarios; la entrada a las cuevas sin servicio de guías se realiza solo por los miembros identificados de la Sociedad Espeleológica de Cuba, investigadores de la espeleofauna debidamente autorizados y los especialistas de patrimonio; se registra la presencia o intervención de estos.
Continúa señalando entre las regulaciones que “la realización de actividades mineras aprobadas por la autoridad competente se condiciona a la ejecución de medidas especiales que garanticen la sostenibilidad y protección del área y se concilian con los encargados de gestionar y proteger el Geoparque; el acceso al Geoparque con fines de investigación se coordina con las autoridades encargadas de gestionar y proteger este; y el diseño y propuesta de cualquier otro producto turístico adicional a los aprobados, sea de naturaleza o no, se concilia con la autoridad encargada de gestionar y proteger el Geoparque”.
Constituye un gran orgullo para los santiagueros que la Sierra de la Gran Piedra sea reconocida por sus valores naturales y socioeconómicos.