Como parte de la orientación durante su visita, al personal que hace todo lo posible por “salir del apagón”, afirmó que las prioridades de labor constituyen el avanzar en el cambio de la matriz energética nacional, el mantenimiento a las plantas y la realización de nuevas inversiones para estabilizar el sistema.

Del establecimiento de la estrategia y el cumplimiento del cronograma, en respuesta a estas tareas, Raymundo González Guillén, Director General de la Termoeléctrica, puntualizó a Sierra Maestra que la central “se encontraba trabajando con las unidades número 4 y 5, con 45 MW y 78 MW, respectivamente. La No.3 se encuentra en proceso de mantenimiento parcial ampliado -que inició su ejecución el 21 de agosto-, el cual debe culminar en el mes de noviembre.

“Al respecto, se están interviniendo los agregados, dígase de calderas, turbinas, generadores, transformadores y otros servicios auxiliares. La salida de la unidad 6 el final de semana pasado debido a un salidero en el horno de la caldera, requirió su enfriamiento inmediato, la identificación del fallo y su reparación, la cual se sostiene. Esta en el momento de su ruptura se encontraba generando 50 MW de manera estable.

“Por otra parte, se proyecta en el primer trimestre del año 2023 intervenir esta unidad por aproximadamente 70 días, donde se trabajaría en los agregados que han tenido más fallos. Actualmente se cumple con un programa de recuperación de carga, establecido como estrategia del SEN, en el cual ya se ejecutó la No.5, llevada a 90 MW.

“Tras la intervención de la No.3, se le daría mantenimiento por alrededor de 25 días a la No.4, que aunque no llegaría al alcance que amerita, se garantizaría un incremento de confiabilidad y  carga en el funcionamiento de la misma. Con las reparaciones de estas dos últimas unidades se podrían restablecer hasta 85 MW”, sentenció el directivo.

No obstante, la recuperación de carga no es tarea sencilla, y más cuando se habla de no contar con los recursos suficientes para una inversión capital de reconstrucción y otras materias  primas imprescindibles en el fogueo diario frente a las calderas.

Aunque la capacidad de la Renté es de 380 MW, y apenas se está alcanzando poco más de 100 en la semana, predomina la insistencia de los trabajadores para confeccionar piezas por medios propios, en la resolutividad de percances.

En efecto, hay que estar dentro de esas instalaciones, donde quienes allí laboran lo efectúan transitando por pasillos a varios metros de altura, con el vapor de las maquinarias, como en una  especie de ciudad intransitable, en la cual se permanece durante jornadas extensas para llevar el fluido electrónico a los hogares de Santiago, la mayor cantidad de tiempo posible. Para ellos  el calor es normal, la ventilación imprescindible, el uniforme de trabajo vaporoso o la sobreexposición de su vida y su tiempo. Imágenes que son increíbles de ver en persona.

Los trabajadores de la CTE Antonio Maceo del territorio, así como de la Otto Parellada, Mariel, Guiteras, Felton y Nuevitas continúansistemáticamente los empeños pese a las difíciles condiciones, para sacar adelante a un país.