Demostrando esta esencia, nace con la emisión de la Ley No 940 del Consejo de Ministros, fechada el 6 de junio de 1961, el Ministerio del Interior (MININT), organismo continuador de la obra desempeñada hasta entonces por el Ministerio de Gobernación.
Al MININT se vincularon como Direcciones Generales, el Departamento de Información o G-2, posterior Departamento de Seguridad del Estado- con precedentes en el Servicio de Inteligencia Rebelde, el Departamento de Inteligencia del Ejército Rebelde, y la Policía Rebelde-, la Policía Nacional Revolucionaria y la Policía Marítima, que integraban con anterioridad las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
De esta forma se suplantaba a la Dirección de Investigaciones Judiciales del Ministerio de Justicia, con la correspondiente relación de sus objetivos al Ministerio del Interior.
Durante la guerra de liberación nacional, la Agencia Central de Inteligencia y el Buró Federal de Investigaciones, coordinaron planes de conjunto con el ejército batistiano, para asesinar a Fidel, los cuales fueron enfrentados e impedidos por los antecedentes de esta organización, con esencias en la integración combativa del pueblo cubano, quien es el representante y seguidor de las enseñanzas de las luchas mambisas.
El Directorio Estudiantil Revolucionario, el Movimiento 26 de Julio y el Partido Socialista Popular, constituyeron ejemplos de referencia para las futuras cualidades del MININT . El Comandante en Jefe, con el propio triunfo de la Revolución Cubana, emitió la orden mediante Camilo Cienfuegos Gorriarán, de modificar el nombre de Servicio de Inteligencia Militar por el de Departamento de Investigaciones del Ejército Rebelde.
Tras su creación, el Ministerio del Interior ha desarmado los planes de la contrarrevolución interna y externa, desde los primeros intentos organizados por el gobierno norteamericano a través de figuras como las de Rafael Leónidas Trujillo y el grupo de La Rosa Blanca. El terrorismo en apenas cinco décadas saldó pérdidas de más de 3 mil cubanos. Daños humanos y materiales que no cobraron mayores saldos gracias a la previsión y protección del MININT.
La defensa de la tranquilidad y seguridad del pueblo, de las conquistas de la obra revolucionaria, la preservación del orden público, el enfrentamiento a la delincuencia y el delito, el velar por la no ocurrencia de accidentes de tránsito, y el custodio de las fronteras nacionales- luchando contra el contrabando de personas y el tráfico de drogas- mediante las Tropas Guardafronteras, de conjunto con la Marina de Guerra de las FAR, constituyen algunas de sus funciones.
También los ejemplos de justeza y ética están en las actuaciones del Cuerpo de Bomberos ante desastres y accidentes, la Seguridad Personal de los líderes de la Revolución; o en quienes velan por el cumplimiento de las leyes para la movilidad de nacionales y extranjeros en su salida y entrada al país.
La misión del Cuerpo de Guardabosques de Cuba, o de los que asumen la seguridad en los centros penitenciarios, las misiones de los científicos criminalistas, de los civiles y combatientes de logística y técnica, son referentes imprescindibles. La seguridad ciudadana y el orden interior de la nación han estado en las manos de quienes fuesen nombrados por Camilo Cienfuegos y posteriormente por Fidel, como el “pueblo uniformado”.
Al conmemorarse el 61 Aniversario de su fundación, el Ministerio del Interior continúa siendo, como expresó el Primer Secretario del Partido y Presidente de la República de Cuba Miguel Díaz Canel Bermúdez, “la fuerza de un pueblo en pie, por la seguridad y la defensa de todos”.