Intercambiar sobre el presente y futuro de la región, fue el motor impulsor durante estas jornadas, en las que se manifestó la necesidad de articular la solidaridad, teniendo en cuenta las particularidades del Caribe frente a la batalla anticolonialista y antimperialista.
La IX APC contó con la participación de 46 delegados de ocho países del área y se caracterizó por la profundidad de las intervenciones y el debate reafirmando el compromiso y voluntad de fortalecer los movimientos, redes, organizaciones sociales y populares.
De esta forma, condenaron la existencia de territorios bajo el yugo colonial, reclamando la actuación oportuna del Comité de Descolonización de Naciones Unidas, ratificando su apoyo a la independencia y autodeterminación de Puerto Rico.
En este evento se definió como prioridad incidir en los proyectos de integración, especialmente la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América y Tratado de Libre Comercio ALBA-TCP, además de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, como espacios de concentración que potencian la unidad.
Otras acciones emanaron de la IX APC, en aras de seguir luchando contra el patriarcado, a favor de la justicia social, así como por la emancipación de las mujeres, el campesinado, la juventud, los sindicatos y el resto de los sectores.
Con profunda convicción, los participantes abogaron por el levantamiento del bloqueo económico, financiero y comercial que constituye el principal obstáculo para el desarrollo de la isla.
Por otra parte, el Encuentro Caribeño de Solidaridad con Cuba fue un espacio de fraternidad que permitió el intercambio entre las naciones sobre la base del respeto y la cooperación.
En este se articuló la necesidad de transitar caminos de unidad, con la fuerza revolucionaria de nuestros pueblos, para el apoyo a las luchas comunes.
Se reafirmó además, la convocatoria a las naciones representadas, a sumarse activamente a la Red Latinoamericana y Caribeña de Solidaridad con la isla y se expusieron los distintos logros de la organización en la colecta de insumos y proyectos de ayuda social.
Complementando y participando en estas actividades progresistas estuvo el accionar de la XXXI Brigada Juan Rius Rivera, procedente de la hermana República puertorriqueña, con trabajos voluntarios, acciones productivas y comunitarias y visitas a lugares de interés histórico, económico y cultural.
Juan Carlos Vaillant, representante del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos en la provincia, se refirió a la importancia de estos acontecimientos en el actual contexto: “Nos llena de orgullo haber realizado estos encuentros, que ratifican la condición de esta ciudad como Capital del Caribe.
“Sin duda, fueron espacios propicios para alzar la voz con fuerza y acción procurando que América Latina y el Caribe, sean siempre zonas de paz y el rico espacio cultural al cual pertenecemos”, añadió.
En dichos eventos se reafirmó la voluntad de resurgir desde la solidaridad, compartiendo saberes que defienden nuestra identidad y fortalecen las alianzas fraternales; inspirados en la premisa del líder histórico de la Revolución Fidel Castro que expresa: “Sembremos solidaridad y estaremos sembrando libertades”.