Debatir e intercambiar sobre el presente y futuro de los pueblos caribeños, fue el motor impulsor para celebrar este evento, con la participación de 46 delegados pertenecientes a ocho países de la región.
En torno al lema central “Cultura, resistencia, revolución y soberanía”, se suscitaron importantes debates en las plenarias, con los puntos de convergencias de las luchas del pasado y el presente por la libertad.
Además de esto, se manifestó la necesidad de articular la solidaridad, teniendo en cuenta las particularidades del Caribe frente a la batalla anticolonialista y antimperialista.
En el contexto actual, ante los retos económicos, políticos y sociales, las naciones caribeñas demostraron que cuentan con una amplia tradición de lucha, que se fortalece con la unidad y el accionar colectivo por la justicia.
En función de esto, la IX APC se caracterizó por la profundidad de las intervenciones, los debates y reflexiones de sus delegados; quienes reafirmaron su compromiso y voluntad de fortalecer los movimientos, redes, organizaciones sociales, populares y de solidaridad de la región latinoamericana y caribeña.
Es prioridad también incidir desde los proyectos de integración, especialmente la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América y Tratado de Libre Comercio ALBA-TCP, además de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, entre otros espacios de concentración que potencian la unidad.
Así mismo, condenan la existencia de territorios bajo el yugo colonial, reclamando la actuación oportuna del Comité de Descolonización de Naciones Unidas, ratificando el compromiso histórico con la independencia y autodeterminación de Puerto Rico.
Numerosas acciones emanan de estos días en los que se efectuó la IX APC; promueven la participación integrada de los pueblos caribeños en futuros eventos, así como también fomentar las escuelas de formación para estudiantes de la región, fortaleciendo la ideología cultural y política.
De igual forma se llama a socializar las experiencias de acciones públicas, en aras de seguir luchando contra el patriarcado y a favor de la justicia social, la paz y la solidaridad, en pos de la emancipación de las mujeres, el campesinado, la juventud, los sindicatos y el resto de los sectores.
Al cierre de este espacio, una vez más, con profunda convicción los participantes abogaron por el levantamiento del bloqueo económico, financiero y comercial que constituye el principal obstáculo para el desarrollo multisectorial de la isla.
Con ritmo, cultura y tradición caribeña se celebró la clausura de esta Asamblea que como expresó uno de sus líderes Camille Chalmers, siempre será un espacio en movimiento, para fomentar las luchas por la transformación radical de nuestras sociedades.