Países como Trinidad y Tobago, hicieron referencia al Caribe y su cultura de rebeldía, evocando el espíritu de lucha que caracteriza a estos pueblos desde la colonización europea.
Rememorar las rebeliones de las poblaciones originarias que enfrentaron la opresión, representa en la actualidad un claro ejemplo de resistencia, unidad e integración.
Así mismo, con sus ponencias los participantes hicieron referencia a la cruel esclavitud de hombres y mujeres, que protagonizaron heroicas revueltas por su libertad.
Se resaltó la importancia de la colaboración de los países regionales para la liberación del Caribe en antiguos proceso de emancipación, la cual sigue siendo necesaria en los tiempos que corren.
Los participantes en voz de sus países reafirmaron la determinación de batallar por un Caribe independiente. De esta forma, resaltaron a las naciones que hoy luchan contra fuerzas de ocupación militar, las políticas neoliberales y la colonización que todavía sufren estados como Puerto Rico.
Representantes haitianos, llamaron a los jóvenes a defender elementos de la identidad caribeña y tomar como ejemplo las distintas proclamas a favor de la independencia y la autodeterminación, que se suscitan a lo largo de esta zona regional.
Se habló además de fomentar las relaciones entre países como Haití y República Dominicana, basado en la formación cultural de ambas naciones y la transformación de la zona fronteriza, a partir de la necesaria interconexión entre los dos pueblos.
Así mismo, se destacó la importancia de aunar fuerzas para realizar transformaciones económicas y sociales precisas, que fomenten el respeto y reconocimiento a la cultura afrodescendiente.
Las distintas intervenciones de los participantes recalcaron la rebeldía que por años ha caracterizado al Caribe, esa que se necesita hoy más que nunca, para liberar a las naciones oprimidas por el yugo imperialista.
Con estos numerosos planteamientos se logró enriquecer el plan de acción de la IX APC durante el trabajo de las comisiones. Nuevos consensos se esfuerzan por defender la niñez, la juventud, los trabajadores y pensionados de estos países, tomando como referencia las buenas experiencias sindicales que se compartieron.
Prevén además, fomentar proyectos sociales que involucren a los jóvenes, de forma que vean en esta Asamblea, el espacio para el intercambio político. Potencian también acciones colectivas de carácter antihegemónico e incentivan propuestas emancipadoras en la región.
En la jornada se ratificó la voluntad de hacer de los distintos representantes de estas naciones. Estos seguirán el trabajo en pos de la soberanía y el respeto a los derechos humanos, inspirados en las luchas de sus antepasados y dispuestos a cambiar el presente.