Voltear al calendario es siempre necesario, enorgullece ver el esfuerzo de un pueblo batallador; que busca con creatividad salir de la crisis económica; que sortea los obstáculos de un férreo bloqueo; que extiende su mano solidaria a los más necesitados; que cree en su Revolución y no se deja confundir, por más difíciles que sean los tiempos.
La fecha convida a nuevos retos, a proponernos metas superiores, a rectificar lo que no salió bien, a reinventarnos en cada jornada. De esa constancia estamos hechos los cubanos.
Y es esa grandeza de espíritu, heredada de un Martí que apostó de cara al sol por un ideal; de un Fidel, que como caguairán, dejó su huella en todo lo que dignifica a esta nación; de un Raúl, que aseveró que mientras viva, estará listo, “con el pie en el estribo para defender a la Patria, a la Revolución y al socialismo”, lo que nos hace vencedores de imposibles.
Al recibir al 2025, y con este, los 66 años del Triunfo de aquel luminoso Enero, hacemos un alto en el camino, para agradecerle al pueblo heroico de Santiago de Cuba, por ser protagonista de todo cuanto ha marcado a esta ciudad, a esta provincia, a este país, que sigue siendo la tierra más hermosa.
Sin duda, 2024 fue un año extremadamente difícil, con afectaciones en el Sistema Electroenergético Nacional, que pusieron a prueba la entereza de los trabajadores del Sector, quienes no descansan hasta que se haga la luz.
Es oportuno reconocer a los que desde el surco, hacen valer la frase martiana de que “Si el hombre sirve, la tierra sirve”; a los maestros, que se ganaron la Sede del Acto Nacional por el Día del Educador; a los trabajadores de la Salud, que desde los centros que han sido remozados, apuestan por dignificar la Atención Médica, sorteando carencias materiales.
Todo cuanto se ha logrado en este año, tiene un nombre: pueblo santiaguero, que sin vacilar prestó ayuda a los hermanos guantanameros afectados por el huracán Óscar; que aunó voluntades y desde cada centro laboral, desde las organizaciones políticas y de masa, y junto a los trabajadores del sector no estatal, estuvieron dando infinitas muestras de solidaridad, humanismo, sentido del deber y compromiso moral con los damnificados.
Una frase del presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, resume el valor de este pueblo ante las complejidades de los últimos meses:
Cuba “está hecha de muchas y pequeñas patrias. Y ahí, donde más difícil está siendo todo, es donde más fuerte y admirable se ha expresado la fibra heroica del cubano”.
Cerramos un ciclo, donde no faltaron las fuertes sacudidas de la Madre Naturaleza, y aunque fueron muy fuertes, aquí estamos; reafirmando que en Santiago, tiembla la tierra pero no su gente.
Despedimos el año, con la esperanza de que 2025 será mejor. Llegamos optimistas y motivados por importantes conmemoraciones, en especial el 510 aniversario de la Fundación de la Villa de Santiago de Cuba, que hoy con su condición de Ciudad, sigue siendo Rebelde como ayer, y Heroica y Hospitalaria, como siempre.
A ti Santiago, que derrochas historia de patriotismo desde cada balcón. Que enamoras con tus calles y lomas empinadas; que eres musa de poetas y pintores.
A ti Santiago, que te honras con custodiar a los Padres fundadores de la Nación, que guardas con celo al Apóstol de nuestra independencia; al Frank de una ciudad clandestina y vestida de olivo; y al Fidel que vive en la montaña, y en el corazón de todo un pueblo.
A ti Santiago, y a todos sus hijos, les deseamos un feliz 2025, donde la paz, el amor, y la salud sigan siendo premisas.
Este será un año de grandes desafíos, pero juntos, con unidad y patriotismo, con la fe inquebrantable en la victoria, seguiremos apostando por una Cuba mejor, para los cubanos.
¡Felicidades Santiagueros!
¡Felicidades Cuba!