La historia ha demostrado hacia donde van los pueblos débiles, los que no son capaces de “andar en cuadro apretado como la plata en las raíces de los Andes”, cuando sus opresores intentan dividirlos para pisotearlos.

Se pregunta ¿Por qué a Cuba le imponen las más difíciles pruebas?, pues por muchas razones estratégicas, políticas, culturales, pero sobre todo, porque somos resilientes, tenemos esa cualidad del acero templado a altas temperatura, podemos flexionar y adaptarnos a disímiles circunstancias pero no rompernos y eso molesta.

Para la mayoría de los cubanos que estamos al tanto de la realidad que nos rodea, nos suenan conocidos nombres como Posada Carriles, Orlando Bosch, Helms, Burton, Torricelli, por citar algunos; y quienes profundizan más en la historia nacional recordarán al Conde de Balmaceda, Martínez Campos, Valeriano Weyler.

Todos los anteriores tienen en común muchos intentos de fracturar nuestra resistencia, para fastidio de ellos, cuando llegaron ya nos habíamos asumido como cubanos y hasta hoy tenemos claridad en que “un cubano de verdad sigue de frente y derecho…”, porque nadie desde la otra orilla nos arrebatará la autodeterminación.

Del lado de acá siempre nos guiaron dignos rivales, o mejor dicho, hombres sin rivales como Céspedes, Martí, Maceo, Gómez; más cercanos en el tiempo, Frank, Fidel, El Che, Camilo, Almeida, Raúl y nosotros como pueblo también entramos en la lista, pues fue por nosotros y gracias a nuestra unidad que ellos lucharon y vencieron.

Si para algún lector estas líneas son intrascendentes, le aclaro que no lo trato de convencer, solo lo invito a hacer ejercicio mental pues olvidar de dónde venimos y qué vivimos para llegar hasta acá, puede ser un serio problema a la hora de escoger camino o conducta, porque considero que más allá de la política y la economía está el amor propio.

La cuestión es que hoy recordar no es tan fácil pues las omnipresentes y súper influyentes redes sociales digitales sesgan el pasado o lo tergiversan; creo que en los registros de armas de última generación deberían estar las más populares redes sociales digitales porque dejaron a los cañones casi obsoletos.

Por todo lo dicho me levanto cada mañana y salgo a la calle, lucho con el apagón, el transporte, los precios altos y las mentes baratas, para aportar mi granito de arena a la resistencia. Por eso vivo con la frente en alto y el orgullo a prueba de todo.