Luis Alberto Portuondo Ortega
Hasta el polo La Minerva, del municipio santiaguero de Songo-La Maya, llegó el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, para constatar los avances en la implementación de la estrategia de seguridad y soberanía alimentaria e intercambiar con los productores.
«Esta es nuestra Revolución, que nadie se equivoque», replicó una enfermera –secundada por una muchedumbre en la parada cercana al Hospital Provincial Saturnino Lora-, a otra que comentaba, con celular en mano, sobre lo acontecido en los alrededores de la Dirección Ejecutiva del distrito Antonio Maceo, y que visiblemente fue distorsionado por los malsanos contenidos –tan invariables como nuestra intransigencia revolucionaria-, que abundan en las redes sociales e internet.
En el salón de enfermeras del Hospital Civil Saturnino Lora, en octubre de 1953, aconteció algo sui generis: los postulados de los manifiestos de La Demajagua (1868) y de Montecristi (1895), programas de lucha de la única Revolución cubana, se fusionaron, ya no en la manigua, sino en la potente voz de Fidel, al pronunciar un alegato de autodefensa en el que se redimía y vindicaba a la Patria ultrajada.
A perfeccionar la gestión de Gobierno en cada municipio, actuar resueltamente ante las violaciones de precios y tarifas, y aprovechar todas las potencialidades locales en función de solucionar, en la medida de las posibilidades, las quejas, planteamientos y solicitudes de la población, fueron aspectos determinantes que analizó el Consejo Provincial de Gobierno, en sesión extraordinaria, encabezado por Manuel Falcón Hernández, Gobernador en funciones.
Por su trascendental significado no dudó José Martí en incluir a la Protesta de Baraguá en el excelso sitio "de lo más glorioso de nuestra historia”, entre esos frondosos árboles la intransigencia del Titán de Bronce vindicó la causa revolucionaria e independentista traicionada en El Zanjón.
Nuevos servicios de telefonía fija e instalación de radiobases para mejorar la conectividad figuran entre las mejoras que impulsa la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (Etecsa) en varias localidades de difícil acceso de esta, la provincia más montañosa del país.