Teté como cariñosamente le decían desde su primera permanencia en la guerrilla defiende las ideas del papel médico en el momento en que comienza a desempeñar sus funciones , su primera experiencia fue atender a su compañero Cilleros al cual una bala le había partido su hombro derecho atravesándole el pulmón , incrustase finalmente en la columna .Su estado era grave y no se contaba con los suficientes recursos para salvarlo , decide tomar la única posibilidad existente para su recuperación , dejarlo en manos enemigas para que fuese trasladado a un hospital en la ciudad santiaguera , pese a ser atendido por las tropas contrarias pierde la vida antes de llegar al centro médico.
En su libro La guerrilla esclarece el papel del médico en esa etapa "El médico cumple en la guerrilla una función de extraordinaria importancia, no solo la estricta de salvar vidas, en que muchas veces su intervención científica no cuenta dado a los mínimos recursos de que está dotado, sino también la tarea de respaldar moralmente al enfermo y de hacerle sentir que junto a él hay una persona dedicada con todos sus esfuerzos a animar sus males ".
Este doctor con todas sus letras diseña un sistema de atención el cual divide en tres etapas fundamentales, fase nómada, fase seminómada y fase sedentaria lo que permitía definir las funciones y posibilidades que tendría un médico para actuar durante el período de combate .
Cuando definitivamente se decide establecer el campamento de La Mesa muestras interés por la organización de la asistencia médica guerrillera , su principal propuesta fue levantar un Hospital de Sangre para los heridos , el humanismo y solidaridad eran valores que lo caracterizaban ,por cada rincón donde se trasladase realizaba minuciosa consulta a los pobladores , las cuales describía mayormente como monótonas , ya que no se contaba con medicamentos para ofrecer y no había mucha variación en los casos, mujeres prematuramente envejecidas, niños de enormes vientres, raquitismo eso eran los síntomas de la Sierra.
Cirujano, combatiente, amigo, así se halla entre ríos y montañas con sus ataques de asma por las lluvias, cansancio reflejado en sus ojos y la enorme barba que adornaba su rostro, socorriendo con pocos medios a personas necesitadas, combatiendo y llevando a cabo estrategias de lucha, siendo un hombro seguro donde llorar las derrotas y regalando destellos de felicidad en las victorias, victorias que eran de él, que eran de Cuba.