Hasta ahí, existe mucha claridad y respuestas reciprocas en un mismo camino.
Y ya se comparte el paquete de normativas oficiales, todo publicado en la Gaceta de Cuba, explicado –cara a cara- ante la mayoría de los representantes de las Pequeñas, Medianas y Grandes Empresas (Mipymes) y de los trabajadores por Cuenta Propia (TCP); las representaciones de los quince sindicatos y de la ANIR; de los Consejos de la Administración Provincial y Municipal, los órganos de justicia: Fiscalía, Tribunal, Bufetes y Notarías; los Medios de prensa, por supuesto, asisten organizaciones políticas y de masas… todos aquellos interesados en saber qué dice la legalidad, cuáles son las orientaciones del país y en la base.
La primera reacción fue de unidad y no porque lo pidió el Partido y el Gobierno presente, sino por pura espontaneidad de las representaciones de las Mipymes y de los TCP presentes en la primera cita, en el salón de reuniones de la CTC en Enramadas, esquina San Agustín, por cierto, inmediatamente, la dirección de la provincia asimiló la crítica de que no es el mejor lugar para estos menesteres, por la pobre situación del recinto y la prolongada reunión que merece más condiciones.
Es cierto que existe una matriz de opiniones muy complicada entre los nuevos actores económicos, falta de información, necesidad del esclarecimiento –punto por punto-, el cúmulo de experiencias amargas, una gran parte por culpa de determinadas respuestas incoherentes o inadecuadas de ciertos funcionarios estatales, además, del pobre o casi nulo acercamiento para saber en qué condiciones trabajan, cuáles son los pasos a dar ante un inesperado problema, incluso, qué apoyo jurídico tener y cómo fluiría, sin contar la necesaria capacitación en materia de mercadotecnia, comunicación y marketing digital, publicidad, etc.
Por eso, comenzó el intercambio con una explicación exhaustiva desde la dirección del Grupo de Desarrollo de la Provincia Santiago de Cuba; pero no se detuvo ahí, siguieron otros encuentros porque el desafío implica a unos 167 folios, las normas en sí y lo que rige –actualmente- por el Ministerio del Comercio Interior de Cuba.
Al punto que se programó una serie de reuniones explicativas, más bien de capacitación a los actores y gestores económicos de nuevo tipo y la mayoría agradeció el traslado hacia el entorno de la Escuela Normal.
Hasta el cierre de este reportaje existían más de 700 Mipymes aprobadas en la provincia Santiago de Cuba, porque ese es otro de los desafíos, la actualización de la base de datos para poder controlar, fiscalizar, regular y por una participación sustantiva de estos nuevos actores y gestores económicos criollos.
Ahora bien, en operación, se contabilizó un monto de 591 Mipymes santiagueras, con poca participación en la producción agrícola directa, un lastre que necesitamos cambiar, pero nunca a la fuerza, en atención a una provincia de muchos espacios rurales y con alta demanda en la producción de alimentos.
Otras fallas detectadas es la falta de planes, estrategias de negocios, infraestructura bien pensada desde el marketing digital o la mercadotecnia; salvo excepciones que sí conocen conceptos básicos como: qué es un negocio, las reglas elementales para salir al mercado, identidad corporativa, relaciones públicas, etc, un subtema capital al cual volveremos mientras avanzan más de siete intercambios directos.