La complicada situación epidemiológica es resultado de conductas negligentes en el accionar de instituciones, y la población, unido a otras deficiencias en el propio trabajo anti vectorial. Por tanto, las medidas para evitar la proliferación del Aedes Aegypti, agente transmisor del dengue, el zika y la chikungunya tienen que asumirse con total responsabilidad.
Para que en San Luis la campaña anti vectorial surta un verdadero efecto, es imprescindible tener más control y eficiencia en las acciones, lograr el acompañamiento masivo del pueblo y despertar la percepción del riesgo en la población.
A este último comportamiento no se llegará a través del humo, el abate o la charla de rutina; se impone ampliar el conocimiento, elevar la exigencia sanitaria y el uso de la legalidad, caminar desde la persuasión y acudir al diálogo.