El escenario de la céntrica Plaza de Marte acogió el espectáculo que inició “Magic Sax Quartet”, de entre las mejores agrupaciones “de viento” en el país, es decir: de una de las esencias del jazz.
Igualmente, cómo gustó la orquesta de viento y percusión Real Maravilloso, integrado en su mayoría por muchachas, procedente de La Habana.
Y desde la Florida, llegó a esta Ciudad Creativa en la Música (decreto de la Unesco en noviembre de 2021) The Funky´Taters que con suma facilidad, creó la empatía con el público aun el idioma, cuando su vocalista principal preguntó en español “¿Qué bolá?”.
Dos momentos más que estelares tuvo la clausura de la fiesta jazzística en la plaza santiaguera: la actuación de la “todoterreno” María Victoria, absolutamente dueña del escenario y del cariño popular, y la esperada presentación de la orquesta Adalberto Álvarez y su Son.
“Esta jornada no es para cerrar cortinas ni puertas sino para abrir nuevos caminos para que vuelva siempre el Jazz Plaza, porque Santiago de Cuba ya es una casa para todos los cultores del género de aquí, del resto del país y de otras tierras”, dijo Gerardo Houdayer, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), en la apertura del espectáculo.
Houdayer extendió una felicitación de la Uneac, al Comité Organizador del “Jazz Plaza”, encabezado en Santiago de Cuba por el compositor Rodulfo Vaillant García, como reconocimiento al programa artístico; al evento teórico “Mariano Mercerón in memoriam”, y a la habilidad de los organizadores para sortear y saltar las dificultades con la transportación y la contingencia energética que enfrenta el país.
En la Plaza de Marte se encontraban Annia Poblador, integrante del Buró Ejecutivo del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba; Odexa Fuentes, coordinadora de programas de la Gobernación; directivos de Cultura en el territorio; Rosa María Prades Bell, directora de la entidad de la música en la provincia; Fernando de Ávila, productor general del festival; Rodulfo Vaillant, e invitados como el maestro Joaquín Betancourt.
Precisamente, Betancourt dirigió a la Orquesta Sinfónica de Holguín en una presentación inolvidable en la Sala de Conciertos Dolores; también ofreció clases magistrales como parte del coloquio Mariano Mercerón in memoriam dedicado a la memoria del trompetista y showman Pepín Vaillant.
La noche dominical de cierre del Jazz Plaza incluyó, además, un programa artístico en las intersecciones del Paseo Martí y la calle San Pedro (La Jugada e Iván el Hijo de Teresa); en Santa Úrsula y calle Primera (Orquesta Hermanos Avilés y Chepín Chovén); en el Centro Cultural El Ingenio, de la Fundación Caguayo (Grupo D´Cuba) y en el Iris Jazz Club (Quinteto de Saxofones Portasol, Cuarteto de Trombones Melodías, y The Heat Transfer, de Cuba).
