Primero fue la familia Vistel Columbié, cuyo paso por el conservatorio Esteban Salas y su intercambio con los alumnos será recordado por mucho tiempo.
Luego correspondió a dos personalidades: el pianista Alejandro Falcón y al trompetista Ricardo García, ambos integran hoy la célebre agrupación Estrellas de Buena Vista Más.
La música cubana y dentro de esta el “tumbao” ocuparon las intervenciones de los Vistel Columbié y de Falcón y Roberto.
De estos últimos, hay que decir cómo “pasaron volando” las dos horas y pico de conversación, muestras de temas, modos de ejecutar el tumbao, las formas de solucionar los entresijos del jazz… Todo fue tan magistralmente explicado, y ejemplificado, que hasta los menos entendidos en materia musical comprendieron y aprendieron sobre jazz, música cubana, tumbao cubano.
Fue admirable ver a un nutrido auditorio –alumnos, profesores, músicos encumbrados, y otros invitados- absorto completamente en las explicaciones de Falcón y también de Roberto García, o marcando con palmadas, las guías que iban señalando ambos músicos.
Luego del aplauso unánime y las expresiones de agradecimiento, Alejandro Falcón señaló al “Sierra Maestra”:
“Nos sentimos super felices de estar aquí en el conservatorio Esteban Salas, dándole nuestra música a los muchachos.
“El festival ha sido muy interesante; han venido agrupaciones desde diferentes sitios del país y otras internacionales. Es un buen punto de encuentro para todos.
“Ya me presenté en el hotel “Casa Granda”; voy a estar en el “Iris Jazz Club” y luego otra vez en el coloquio, para presentar parte de esta clase sobre el tumbao cubano y la música cubana.
“Este intercambio con los muchachos del conservatorio ha sido maravilloso, igual que lo fue cuando vino el maestro Pancho Amat, y le digo, para mí lo principal es el entusiasmo de los estudiantes”.
En otro momento del intercambio y ante la necesidad de percusión, el trompetista Roberto García señaló:
“En esta clase no tenemos percusión pero tenemos a Santiago de Cuba”. Después agregó
“Ha sido una clase muy beneficiosa para los alumnos. El nivel de información tan grande que trasmitieron los Vistel y el nivel de información tan grande que ha trasmitido Falcón han sido importantísimos. Espero que muchos hayan grabado, porque hoy estamos aquí pero mañana estamos en La Habana. Si grabaron, de ahí pueden sacar cosas muy positivas.
“Yo les digo a los alumnos en La Habana, en unos talleres de música popular que tengo en la ENA y en el ISA: ´Ustedes tienen todo en la mano. En otras épocas no existía el avance que tienen hoy por las nuevas tecnologías. Ahora casi no hay que llevar libros a las clases. Hay que aprovechar…´”.
Alejandro Falcón y Roberto García llevan varios días en esta Ciudad Creativa en la Música, designada así por la Unesco en noviembre de 2021; participaron con Estrellas de Buena Vista Más en el concierto inicial del Festival en el Teatro Heredia; luego en el “Casa Granda”, en el Iris Jazz Club, en el “Esteban Salas”, centro de la enseñanza artística en el corazón urbano e histórico de Santiago de Cuba.
En las clases, el tumbao cubano, la improvisación, y la armonía en el son y en el jazz, además de la influencia actual del jazz, del blues constituyeron la base de la intervención de Alejandro Falcón. Y él y Roberto García dejaron claro lo siguiente:
“Hay que estudiar sin cesar; nosotros no paramos de estudiar; hay que hacerlo aunque uno tenga 80 años; para tocar música cubana, eso sí: hay que saber percusión. Y aprender las escalas en todos los tonos; los tumbaos en todos los tonos porque el pianista tiene que saber tocar toda esta música en cualquier tono. Eso es fundamental”.
Para Falcon, los músicos cubanos se adelantaron: tocaban una música de altísimo nivel desde Antonio María Romeu en las primeras décadas del siglo XX hasta la actualidad.
“Por eso aquí hay que tocar de todo… eso es lo que yo les sugiero a ustedes: tocar de todo, en todos los tonos… y estudiar, estudiar”.
Más tarde, ya finalizado el intercambio, en un diálogo con el maestro Roberto García, el instrumentista para ahondar en la trascendencia de la música cubana, recordó su encuentro con Wynton Marsalis:
“Dígole yo ´Usted es el mejor del mundo´. Se pone delante de mí y me dice: ´Es que yo… lo único que me falta por aprender es a tocar como tocan los cubanos, con el tuteo´. Y es cuando yo empecé a entenderlo mejor y le señalé: ´Claro, porque eso es de nosotros; el tuteo es de nosotros´. Y lo logró fácil porque es un genio”.
El “tuteo cubano” viene a ser una suerte de “conversación” entre los instrumentos, tanto en el jazz como en otros géneros de la música cubana.
A sus 63 años, Wynton Learson Marsalis, oriundo de Nueva Orleans; compositor y arreglista de jazz es para muchos, el músico de jazz más trascendente en las últimas dos décadas y media, y “uno de los grandes trompetistas de la historia”. Al respecto García dijo:
“Incluso vino a Cuba y en la ENA se hizo un concierto con una banda; yo monté un arreglo de ´Rabo y oreja´ y lo invité a tocar e hizo un solo como el mejor cubano. Nunca esperé que una persona como él me dijera eso: ´Quiero dar clase con usted´. Yo me quedé mirándolo así y le dije: ´Eso es imposible… usted es el mejor del mundo”.