El ejecutivo realiza una visita de dos días, martes y miércoles, con el objetivo de mejorar las relaciones bilaterales enfocadas al turismo, lo cual es muy importante para sus respectivas economías, manifestó en un encuentro con representantes de varias agencias de viajes de la isla en el hotel Kempinski.
Akbal Setia refirió que sostuvo un encuentro con el ministro cubano del ramo, Juan Carlos García Granda, con quien coincidió que sus países tienen un potencial en aras de mejorar la cooperación en este campo para beneficio mutuo.
En su presentación, el ejecutivo cuya oficina radica en Los Angeles, Estados Unidos, esbozó las bondades y riqueza del producto turístico y los destinos malasios que recibieron en 2019 antes de que estallara la pandemia de la Covid-19 un total de 26 millones 100 mil visitantes.
Ese flujo dejó al país una derrama de 22 mil 200 millones de dólares en ingresos, indican estadísticas oficiales.
Akbal Setia explicó que Malasia actualmente está enfrascada en impulsar la industria de los viajes a fin de volver a los flujos pre-pandemia.
Esta nación del Sudeste Asiático se vio obligada como muchas otras a cerrar fronteras en 2020.
Ese año los arribos se desplomaron de 26.1 millones en 2019 a cuatro millones 332 mil 722, cifra que tocó fondo en 2021 con tan solo 134 mil 728 turistas que pisaron suelo malasio.
Ya en 2022 cuando comenzó a reabrir las puertas el monto de visitantes subió a casi tres millones, cifra aun insuficiente pues representa sólo el 12 por ciento de los arribos en 2019.
El vicepresidente de Turismo para las Américas de Malasia recordó que primero abrieron establecimientos del destino de Langkawi que se convirtió en una gran burbuja donde los viajeros debían permanecer 17 días antes de poder pasar a otros polos vacacionales.
Autoridades del sector estiman que Malasia podrá recuperar el flujo turístico existente antes de la pandemia en otros dos años.