La demarcación, de condiciones climáticas áridas y constante sequía, para inicios del triunfo revolucionario contaba con una pequeña población aislada y pobre de campesinos, que se resguardaba en las montañas de los latifundistas y carecía de viviendas, carreteras, sistemas de electrificación y derechos sobre la tierra.
Redamé Heredia, secretario del núcleo del Partido Comunista de Cuba en la zona, recordó que entre 1959 y 1963, con la instauración del Estado Socialista y la reforma de la estructura económica de privada a estatal, inspirada en el Programa del Moncada, cambiaría la vida en la ruralidad.
Los habitantes de las montañas se acercaron de manera paulatina a nuevos viales, y el asentamiento creció de al menos 30 viviendas a unas 800, para más de mil residentes.
Según el también jubilado del Ministerio del Interior, en un inicio se pensó trasladar a los pobladores a otro sitio más cercano, sin embargo prefirieron trabajar fuera y regresar a sus hogares, a fin de preservar las tradiciones del lugar.
Mirella Garlobo, beneficiada por el plan de la vivienda de los años 1980, refirió vivir momentos muy difíciles, y sin perder la confianza en las palabras del Comandante en Jefe a favor de los más necesitados, recibió un hogar de mampostería, techo de zinc, baño interior sanitario y tres cuartos.
Manifestó el agradecimiento al proceso revolucionario, pues le permitió alfabetizarse y superarse para trabajar como dependienta por más de 30 años.
Los residentes también disfrutan hoy de servicios básicos de salud, escuela primaria, organopónicos y otros centros de actividades comerciales como mercados agropecuarios.
Mediante proyectos impulsados por los diferentes factores de la provincia, se construyeron en las últimas décadas otros dos caseríos en Sevilla, con 14 viviendas para madres con numerosa descendencia, familias en situación de vulnerabilidad, combatientes y trabajadores destacados.
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Se edificó, de igual forma, un punto de venta de gas licuado en respuesta a planteamientos de los vecinos y están en proyecto de construcción otros 80 domicilios, en saludo al aniversario 70 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
Abilio Suárez, residente, dijo que figura entre los programas de transformación la creación de un viaducto desde los manantiales de Soledad Ocaña hasta el poblado, con el objetivo de abastecer por gravedad a los lugareños, pues las instalaciones hidráulicas conectadas al sistema Santiago-Siboney resultan insuficientes y la inclinación inversa a la pendiente impide el paso regular del agua.
En conjunto con las labores de remodelación de la avenida del centro sevillano y los terraplenes que la comunican con los polos productivos, se reanima también la ruta histórica desde la Granjita Siboney, donde tuvieron lugar los preparativos para la toma del Cuartel Moncada.
El Consejo Popular de Sevilla celebrará con júbilo el acto municipal por la gesta del 26 de julio, en la tarde noche del día 23, con el espíritu de una pequeña ciudad, construida y restaurada entre las montañas del trayecto a la demarcación de Siboney, ubicada en este territorio suroriental.
