Ese primer tramo tuvo una longitud de 8,838 kilómetros como fruto del proyecto del ingeniero Rafael R. de Carrera y Heredia. En diciembre de 1960 se extendió nueve km más hasta Santo Cristo –El Cristo en la actualidad- para luego formar el ramal de Maroto hasta Dos Caminos, en julio de 1861 y luego hasta el paradero de Las Enramadas –hoy San Luis- en el 1865.
Estas acciones constituyen la génesis del ferrocarril central de Cuba que a principios del siglo XX conectó a La Habana con Santiago de Cuba, modernizado entre las décadas de los 70 y 80 con un nuevo trazado, por lo que solo quedan los pilares de los antiguos puentes de aquel ferrocarril primigenio.
En el 1895 los restos mortales de José Martí fueron trasladados desde San Luis hasta la capital de Oriente en un tren que circuló por esta vía. Este medio de transporte hoy sortea las dificultades para garantizar, en lo fundamental, la trasportación de cagas y de pasajeros como lo ha hecho durante 164 años.