Muchas de estas investigaciones están destinadas a facilitar las sesiones de fisioterapia. Ejemplo de esto es el exoesqueleto para la rehabilitación de los miembros superiores, creado por el Departamento de Mecánica de la Universidad de Oriente.
El equipo está diseñado para pacientes que sufren secuelas por enfermedades cerebrovasculares, como por ejemplo el síndrome del hombro doloroso hemipléjico que aparece con frecuencia luego de derrames cerebrales; además de algunas condiciones ortopédicas.
El dispositivo se probó en la Sala de Rehabilitación del Hospital Clínico Quirúrgico Juan Bruno Zayas Alfonso en un promedio de 10 pacientes diarios, según informó Orlando Argote Chacón, fisioterapeuta del centro.
Argote Chacón refirió que en un inicio muchos fisioterapeutas estuvieron escépticos al uso de la máquina porque pensaban que esta los sustituiría; sin embargo, más tarde notaron las ventajas, la organización y facilidades que aporta a su trabajo.
Según la doctora Marcia Sandra Hernández Sayas, este dispositivo proporciona una recuperación funcional y las personas pueden incorporarse a una vida óptima y disfrutar de sus actividades sociales, recreativas, laborales, y en muchos casos recobrar sus hábitos deportivos.
Además del exoesqueleto, la Facultad de Ingeniería Mecánica trabaja en la creación de una prótesis robótica para amputados a nivel transradial, o sea, personas que han perdido la mano en cualquier tipo de accidente. Este dispositivo utilizará sensores electromiográficos para la captación de señales de los músculos remanentes, lo que posibilitará que el individuo realice diversos tipos de agarre con precisión.
La prótesis tiene como objetivo ejecutar los movimientos que los pacientes piensen realizar y, según el profesor de la Facultad de Mecánica, Roberto Sagaró Zamora, se verán los primeros resultados el próximo año.
Además, el Departamento de Mecánica diseñó en compañía de la Universidad Federal Espíritu do Santo de Brasil, un exoesqueleto para los miembros inferiores que acompasaron a la tecnología utilizada en los smartwalker o andadores inteligentes. Esto permitirá a la máquina precisar la longitud del paso del paciente y la velocidad del movimiento en las diferentes etapas de rehabilitación.
Desafortunadamente se pudo fabricar un solo prototipo por el dinero que se disponía, y este se quedó en la casa de altos estudios brasileña.
Sin embargo, Sagaró Zamora asegura que, de tener los recursos y las condiciones necesarias, podrían reproducir esta tecnología en el país y realizar los estudios necesarios para su futura inserción a los servicios de salud.
Estas investigaciones ratifican el compromiso de los investigadores de la Universidad de Oriente con el desarrollo de la tecnología en beneficio de la sociedad, y demuestra una vez más, que el secreto está en la ciencia.