La sesión plenaria contó con la presencia de Zaida Gutiérrez, miembro del Buró del Comité Provincial del Partido, Yusmaikel Valier, su primer secretario en el territorio; Eduardo Pérez, funcionario del Comité Nacional de la UJC y Lisbeth Ramírez, primera secretaria de la organización juvenil en la provincia.
Innovar, crear y producir fueron a la hora de analizar el funcionamiento orgánico y las misiones de los jóvenes ante el complejo contexto socioeconómico que enfrentamos, “en el que debemos cambiar los discursos, en diálogos que se parezcan a nuestros amigos, sin caer en banalidades y superficialidades, y eso se puede lograr, porque si los enemigos de la Revolución se preparan, cuánto más nosotros; a cambiar todo lo que debe ser cambiado sin negociar nuestros principios”, dijo la delgada Laudys Munive.
“Para lograr eso no debemos olvidar nuestra historia, comenzando por la de la localidad; tampoco que hay mucho envejecimiento poblacional y emigración, por lo que tenemos que ser, primero ejemplo en todo, esa es la mejor respuesta, no el dicho sino el hecho”, enfatizó
Thaimí Lobo, directora del Museo 29 de Abril. “Que nuestro proyecto de vida sea en Cuba depende de nosotros”, precisó la novel historiadora.
Sobre todo, la Asamblea se pronunció para que el universo juvenil se incorpore a las actividades productivas, “tenemos la tierra, tenemos las manos y las necesidades àra ser suplidas con el fruto del trabajo”, destacó Oreinis Montes de Oca, de la Empresa Agroindustrial Azucarera Paquito Rosales.
La solidaridad con el pueblo palestino, el gozo por el triunfo de Cuba en la Asamblea General de ONU por 31 ocasión frente al bloqueo y que los 3 035 militantes de la UJC en el territorio sean la vanguardia de todos sus coetáneos, fueron puntos coincidentes en las intervenciones.
La Asamblea eligió al nuevo Comité Municipal y éste a su Buró, al frente del cual fue elegida Dailin Correa. El plenario, a ritmo del gallo de pelea de Buena Fe y de una improvisada conga agasajó a Vilma Larrea, quien condujo el debate y cesó en sus funciones de primera secretaria al ser promovida a otras responsabilidades dentro de la organización.
Jóvenes alegres y profundos, a la manera de Mella, abundan en San Luis, continuadores de Eliseo Reyes, quien con apenas 16 años se incorporó al Ejército Rebelde y antes de los 30 ya era un mártir internacionalista.