Por eso, desde ahora en las estructuras cañeras que ya están al concluir la contienda se priorizan las atenciones culturales a las cepas detrás del corte, acierto que tributa a los volúmenes cañeros de la siguiente campaña y posibilita que las plantaciones lleguen al período lluvioso en mejores condiciones.
En las cooperativas cañeras del municipio también se garantiza la fertilización sobre todo con medios biológicos como el LEBAME, el cultivo y la siembra de caña con calidad para asegurar el incremento de las áreas dedicadas a la gramínea y que en la venidera campaña los rendimientos cañeros por hectáreas superen las 50 toneladas.