El proceso de llenado y distribución de los envases de GLP es continuo, «nuestra planta tiene una capacidad para 20 000 cilindros diarios con la misión de llegar a todos los municipios de las provincias orientales, y servir no solo al sector residencial sino al resto de los que componen la economía», precisó a Granma Lisette González Sardina, directora de la División Territorial de Comercialización de Combustible.
En Contramaestre la situación es un tanto más tensa, «son pocos los cilindros y muchas la personas, incluso hay quienes venden a mil pesos los turnos de la cola y en el mercado informal una balita llena ha llegado a costar hasta 10 000 pesos, y eso es público porque las redes sociales están llenas de esos contenidos», reveló Leidel Rodríguez, residente en la Ciudad del Cítrico.
Solamente en el municipio cabecera, donde se concentra el grueso de los núcleos, ascienden a 72 los puntos de venta, «que se abastecen al ritmo de unos 35 por jornada, de nuestra planta se destinan, a tales efectos, alrededor de 9 000 cilindros diariamente», destacó González Sardina.
Es menester acotar que la organización de las colas y todo el engranaje que en ellas se gesta, «está condicionado por el déficit, en primer lugar, y por los oportunistas que ven la posibilidad de hacer negocios hasta con un lugar en la cola y de no pocos que venden a altos precios lo que en el punto solo cuesta 180 pesos», enfatizó Yanet Rodríguez, quien desde la década de los 80 es beneficiada del GLP por padecer una enfermedad crónica.
Para el resto de las provincias orientales «la distribución marcha conforme a lo planificado, no ajena a situaciones eventuales con la técnica automotriz y las distancias, porque, reitero, llegamos a todos los territorios. En el caso del sector estatal estamos priorizando los centros de la Educación y la Salud, en donde tenemos altos consumidores como los hospitales provinciales de Santiago de Cuba (Saturnino Lora, Juan Bruno Zayas, Ambrosio Grillo, así como los pediátricos y ginecobstétricos)», subrayó la directora de la División Territorial de Comercialización de Combustible.
De manera que el GLP está llegando de manera paulatina a sus clientes en la región oriental del país, desde que atracó el buque en la rada santiaguera el pasado jueves, «y que precisa de recursos humanos, materiales y financieros para llegar a sus destinos, concluyó.