En su colectivo, que junta experiencia y juventud, es palpable la entrega de nombres imprescindibles en la investigación social y los bríos de noveles profesionales, orgullosos de crecer a su lado y son muchos los frutos de sus programas de Maestrías y Doctorados que ya encauzan transformaciones en entidades, municipios, comunidades.
Son los signos vitales del Centro de Centro de Estudios Sociales Cubanos y Caribeños Doctor José Antonio Portuondo (Cesca), de la Universidad de Oriente (UO), que este 6 de octubre está celebrando su primera década de existencia fiel al empeño de actualizar saberes y poner el conocimiento en función de la solución de problemas y la transformación social.
BALUARTE
Creado en octubre del 2014, a partir de la experiencia y resultados del Centro de Estudios Cuba-Caribe y el Centro para el Desarrollo Integral de la Cultura, Cedic, el Cesca nace con espíritu integrador y un alto compromiso con la misión de desarrollar investigaciones sociales sobre procesos históricos, de identidades y dinámicas socioculturales, en el contexto cubano y caribeño.
La actualización de toda la información histórica que requirió la maqueta digital de la Plaza de la Revolución Antonio Maceo; la argumentación del rol de las industrias culturales en una ciudad creativa en la música como Santiago de Cuba, el entrenamiento de actores que apuestan por la soberanía alimentaria o el sustento a las estrategias de desarrollo de los municipios, entre otras muchas temáticas, describen sus afanes investigativos más recientes, siempre desde el imperativo de fortalecer los vínculos entre la Universidad y la sociedad e incorporar las más novedosas concepciones a la formación y superación de los profesionales de las ciencias sociales.
Y es que el quehacer entusiasta del Cesca late con la vida de la sociedad que es su objeto de estudio y de la cual son parte, por eso, como insiste el Doctor en Ciencias Giovanni Villalón, su actual director, asumen el nuevo cumpleaños como motivación para consolidar empeños propios o en colaboración con entidades cubanas y extranjeras.
Los fuertes vínculos con instituciones y el sector empresarial cubano, así como con universidades del país, la región y organismos como el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), son expresión del alto reconocimiento conseguidos.
Los programas de formación doctoral que coordina: Ciencias Sociológicas e Historia y Filosofía, y las Maestrías en Desarrollo Cultural Comunitario y en Estudios Cubanos y del Caribe, evaluados de Excelencia y reconocidos por organismos internacionales, impulsan el desarrollo de las ciencias sociales e impactan en la vida cultural, la preservación de la memoria histórica, el perfeccionamiento de políticas sociales y la gestión pública.
Un enjundioso resumen desde la emoción de la huella del Cesca, lo ofrecía en sus redes sociales, al calor del aniversario, la Doctora en Ciencias Alicia de la Caridad Martínez Tenas, fundadora y una de sus más prominentes investigadoras.
“En estos años hay datos que marcan un quehacer: se han ejecutado 12 proyectos de investigación en programas nacionales, sectoriales y por encargo.
Hemos obtenido ocho premios de la Academia de Ciencias de Cuba propios y en colaboración con otras universidades; premio a la Excelencia por la Asociación Universitaria Iberoamericana de Postgrado (AUIP), Premio de la Crítica Científica Técnica, Premio Nacional de Historia 2023 y al doctor menor de 30 años; decenas de libros y artículos publicados, participación en redes académicas; nuestros programas académicos evaluados de Excelencia y el reconocimiento a los investigadores por la contribución al desarrollo de las Ciencias Sociales.
“Hemos consolidado una red de redes y construido alianzas con centros de estudios, instituciones, Centros Universitarios Municipales y grupos de trabajo. En estos diez años las micro historias de cada uno, de los que fueron y hoy no están y de los que continuamos, constituyen la cimiente de una historia de ciencia, paciencia resistencia y conciencia”.
Para los jóvenes investigadores que llegan, el Cesca es orgullo y herencia; motivación y exigencia de superación constante, y en los muchos egresados de sus programas de doctorados y maestrías, el centro late como escuela y camino que les abrió para siempre nuevos horizontes.
En 10 años la huella del Cesca es indeleble. Más allá de los resultados y reconocimientos, tras el aporte y prestigio ganados, enfatiza el Doctor Geovanni Villalón está la satisfacción de contribuir, desde la excelencia, al desarrollo de la sociedad.