Celebrar los 70 años de esa gesta me ha hecho meditar en la expresión que da título a este artículo; sí, las ideas no se matan y el hecho de que la Revolución cubana haya triunfado y permanecido en el tiempo da fe de ello: todo un pueblo aferrado a principios que no negocia.
Aunque Fidel fue líder indiscutible de la Generación del Centenario y elegido como Comandante en Jefe por las fuerzas que luchaban contra Batista y el pueblo identificó en él al hombre que Cuba necesitaba; la Revolución no es la de Fidel, es una sola: "la que inició Carlos Manuel de Céspedes el 10 de octubre de 1868", afirmado por el Comandante el 10 de octubre de 1968, en La Demajagua.
Nuestro himno versa "...no temáis una muerte gloriosa, que morir por la Patria es vivir...", es demostración de que, en el camino de la libertad, el martirio puede convertirse en uno de los medios para lograrla y que las ideas que mueven a los cubanos son inamovibles.
Recientemente un busto a un decoroso oficial del ejército de Fulgencio Batista fue remozado en la hoy Ciudad Escolar 26 de Julio. El de un hombre alto, negro, de entre 30 y 40 años, que ordenó a sus soldados cuando tomaron preso a Fidel: "¡No disparen! ¡Las ideas no se matan!"
La orden de venganza estaba dada, el baño de sangre inundaba a Santiago, pero los soldados se contuvieron por unos instantes gracias a la intervención del teniente Pedro Sarría (que inspiró el busto) y al rato, el hallazgo de las armas escondidas en las inmediaciones volvió a encolerizarlos: "¡Quietos! ¡No disparen! ¡Las ideas no se matan!" recalcó Sarría.
Fidel fue profundamente impactado por la integridad del teniente, al punto que se sintió seguro para confesarle su identidad: "No se lo digas a nadie" le contestó Sarría.
Posteriormente se dirigieron hacia la casa en la que se encontraban los otros moncadistas que también habían sido interceptados. Una vez allí, los ocho prisioneros fueron subidos a un camión. Pero, consciente de quién era Fidel, Sarría tomó una precaución adicional y lo sentó delante, entre el conductor y él.
El 13 de agosto nuestro Fidel cumplirá 97 años, sus ideas no murieron con su partida física y son defendidas por la mayoría que sabe que esas ideas se encauzan bajo la exhortación martiana de "conquistar toda la justicia" porque "trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras".