Sin embargo, esta vez ni todas las confrontaciones regionales atizadas de una forma u otra por la política internacional de la Casa Blanca ha servido para que el mundo voltee la cara al entuerto que significa, una acción judicial consumada contra un expresidente, algo inédito y poco conveniente para el Estado de la Unión.
Si sacamos una cuenta, hoy no hay región que haya escapado a la mano de la discordia estadounidense, echemos un vistazo al panorama internacional: en Europa persiste la confrontación entre el bloque económico de 27 países (salvo excepciones) y Rusia con Ukrania como campo de guerra para dirimir diferencias geopolíticas que van más allá de Volodímir Selensky y sus aspiraciones ultraderechistas.
Más al sur, el Pentágono y el Departamento de Estado, hacen de todo para que no haya consenso entre China y Hong Kong, además de continuar echando leña al fuego en el conflicto entre Corea del Sur y Corea del Norte; analistas internacionales opinan que Rusia Vs. Ucrania es una distracción, que el real objetivo es China.
Otro punto caliente es medio oriente, donde el río revuelto estimuló a Israel a una escalada contra Palestina e incluso a lanzar misiles contra posiciones de defensa Sirias, nada más conveniente para los intereses petroleros de la potencia norteamericana que extrae y transporta el crudo de forma ilegal mientras alimenta, tras bambalinas los desacuerdos entre grupos terroristas y gobiernos de la región, donde parece que la violencia no tendrá fin.
En nuestra zona geográfica, al parecer la más tranquila, sabotean el proceso de paz en Colombia difundiendo informaciones que dan la imagen al mundo de que este es el momento más violento en esa nación, lo que fue desmentido por las autoridades colombianas.
Incluso pasó algo que dejó atónito a este redactor y sorprendió a más de un conocedor del área, desde Estados Unidos se gesta un proceso judicial contra Luis Almagro su peón en el continente para fomentar la división desde la Organización de Estados Americanos OEA, nada que llegado el momento de hacer ruido, hasta los traidores son puestos en el lugar que les toca.
Seguramente ya se dieron cuenta de que desde el norte se generaron suficientes conflictos como para que el mundo no mire la viga en el ojo del “garante de la democracia internacional”, mientras dentro de sus fronteras se realiza un proceso judicial con más matices de persecución política que de justicia, algo similar a lo que le sucedió a Lula en Brasil y Cristina en Argentina, por mencionar algunos de los recientes.
Después de tantos años practicando ese método por todo el mundo, cuando deciden probar en casa, no hay manera de bajarle el perfil mediático al asunto; hoy el mundo entero mira hacia la confrontación Biden Vs. Trump, eso pasa cuando te dan de tu propia medicina.