Una mirada a la historia de la Revolución iniciada por Carlos Manuel de Céspedes y que Fidel Castro Ruz llevó al triunfo, permite ver cómo la falta de unidad hizo fracasar la Guerra del 68, la Guerra Chiquita y permitió la “paz” sin independencia del Zanjón.

Entonces emergió como organizador y estratega el Héroe Nacional de Cuba, José Martí Pérez bajo la máxima “…hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de Los Andes”, quien trabajó en los Estados Unidos para unificar criterios, recaudar fondos y promover el reinició de las luchas por la independencia de Cuba.

Así fue la unidad reconocida por todas las partes como premisa para la victoria, con esos argumentos convenció a los tabaqueros y obreros, a los grandes líderes militares que vivían en el exilio y a los patriotas que estaban en Cuba, de que había que hacer causa común y marchar a la Guerra Necesaria; hay que destacar las fundaciones del Periódico Patria y luego del Partido Revolucionario Cubano.

Fidel continuó el legado de Martí y realizó semejante labor para alcanzar el consenso entre las partes participantes en la Revolución, tanto con los brazos armados como con los partidos políticos, también se incluye en ese proceso, la Campaña de Alfabetización, mayor revolución cultural que vivió el país.

En el empeño por la unidad no bastó la creación del Partido Comunista de Cuba, sino que continuó con la aplicación de políticas y leyes que garantizan los derechos y la inclusión social de todos los sectores y grupos sin distinguir edades, orígenes étnicos, sexos, preferencias sexuales o filiaciones religiosas, un proceso que está en pleno apogeo en nuestros días.

No se puede sesgar la importancia de la identidad cultural, las prácticas ancestrales de los diferentes grupos étnicos que convergieron en esta isla y evolucionaron hacia la idiosincrasia del cubano que es el resultado del “ajiaco” al que hizo referencia Fernando Ortiz, eso también nos trajo hasta aquí, nos hace diferentes, nos distingue en cualquier parte del mundo y es en sí expresión de unidad en la diversidad.

A juicio de este periodista, hoy la sociedad cubana enfrenta el reto más grande con la Revolución en el poder, lo que pudiera desagregarse en:
Necesarias medidas económicas ante la combinación de la crisis que generó la Covid19 y la escalada del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos; la campaña de agresión desde las redes sociales digitales contra líderes, dirigentes e instituciones nacionales, y la influencia de la guerra simbólica que busca la hegemonía cultural capitalista.

Dicho esto, retomo el párrafo inicial porque la única opción de los cubanos ante la situación adversa que vive el país, es la unidad, y solo es posible lograrla cuando todos los sectores de la sociedad trabajen por un objetivo común, conservar los valores y principios que caracterizan el devenir histórico de Cuba.

Preservar y consolidar la unidad de los cubanos es hoy una tarea multifactorial que pasa, entre otras necesidades, porque el bisoño sector económico privado opere con responsabilidad social en temas como los precios, el uso de las plataformas de pago electrónico y el acceso a efectivo que tanto afecta a jubilados y trabajadores estatales.

Por otro lado es justo decir, que falta efectividad a las instituciones estatales encargadas de hacer cumplir las leyes vigentes, pues son las máximas responsables de hacerlo, aun cuando se reconozca la importancia de la participación popular en el enfrentamiento a las indisciplinas sociales.

Otra necesidad en la que se trabaja es el rescate de la vitalidad de organizaciones como los Comités de Defensa de la Revolución, la Federación de Mujeres Cubanas, la Central de Trabajadores de Cuba, entre otras, pues son las que pueden hacer más en la base de la sociedad, desde las propias familias, y la individualidad.

Solo con la participación real de todos los sectores podremos honrar el Concepto de Revolución legado por Fidel el Primero de Mayo del 2000 (que cumple 25 años), un testamento político que no es abstracto pues resumió en ese momento más de 130 años de lucha y mostró un camino posible para el futuro.