Santiago de Cuba,

El tratamiento de la epilepsia en Cuba

10 February 2025 Escrito por 

La epilepsia, una condición neurológica caracterizada por la predisposición a generar crisis epilépticas, afecta a millones de personas en el mundo. En Cuba, el sistema de salud pública ha desarrollado un enfoque integral para el manejo de esta enfermedad, gestionando el acceso a medicamentos, atención especializada y programas de educación para pacientes y familiares. Santiago de Cuba, como una de las provincias más importantes del país, ha sido un ejemplo de estos esfuerzos, aunque enfrenta desafíos propios de su contexto regional.

El enfoque cubano en el tratamiento de la epilepsia

Cuba cuenta con un sistema de salud universal y gratuito, reconocido internacionalmente por su enfoque preventivo y comunitario. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el acceso a medicamentos antiepilépticos es fundamental para el control de la enfermedad, y en Cuba, estos fármacos son distribuidos de manera gratuita a través de la red de farmacias del país. Medicamentos como la carbamazepina, el valproato y la fenitoína forman parte del esquema terapéutico básico, aunque en ocasiones se reportan dificultades en la disponibilidad debido a las limitaciones económicas del país.

El Programa Nacional de Atención a Pacientes con Epilepsia, implementado por el Ministerio de Salud Pública (MINSAP), incluye la capacitación de médicos y enfermeros en la atención primaria, así como la creación de consultas especializadas en neurología en hospitales provinciales y municipales. Además, se promueve la educación comunitaria para reducir el estigma asociado a la enfermedad, un aspecto crucial para mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Santiago de Cuba: avances y desafíos

En Santiago de Cuba, segunda ciudad en importancia del país, el tratamiento de la epilepsia se enmarca dentro de las políticas nacionales, pero con particularidades propias de la región. La provincia cuenta con el Hospital Provincial Docente Clínico Quirúrgico Saturnino Lora, donde se brinda atención neurológica especializada. Allí, los pacientes pueden acceder a consultas, estudios diagnósticos como electroencefalogramas (EEG) y tratamientos farmacológicos.

Sin embargo, como en otras regiones del país, Santiago de Cuba enfrenta desafíos relacionados con la disponibilidad de medicamentos y equipos médicos. En los últimos años, la crisis económica y el bloqueo económico de Estados Unidos han impactado en la adquisición de insumos y fármacos, lo que ha obligado al sistema de salud a buscar alternativas y a priorizar los casos más urgentes.

A pesar de estas dificultades, el personal médico santiaguero ha demostrado un alto nivel de compromiso. Se han implementado estrategias comunitarias para identificar a pacientes con epilepsia en zonas rurales y de difícil acceso, garantizando que reciban atención oportuna. Además, se han realizado jornadas de capacitación para familiares y cuidadores, enfocadas en el manejo de las crisis y en la importancia de la adherencia al tratamiento.

La perspectiva de la OMS y el modelo cubano
La OMS ha reconocido en múltiples ocasiones los avances de Cuba en materia de salud pública, incluyendo el manejo de enfermedades crónicas como la epilepsia. Según la organización, el enfoque comunitario y la integración de los servicios de salud son claves para reducir la brecha de tratamiento, especialmente en países de ingresos bajos y medios. En este sentido, el modelo cubano, que prioriza la atención primaria y la educación, se alinea con las recomendaciones internacionales.

No obstante, la OMS también señala que es necesario fortalecer los sistemas de salud para garantizar el suministro continuo de medicamentos y mejorar el acceso a tecnologías diagnósticas. En el caso de Cuba, estos aspectos representan un reto adicional debido al contexto económico y las limitaciones impuestas por el bloqueo.

Más allá de las estadísticas

En Santiago de Cuba, la lucha contra la epilepsia no solo se refleja en cifras y políticas, sino también en historias de vida. María fue diagnosticada con epilepsia a los 15 años. Gracias al seguimiento médico en el Hospital Saturnino Lora ha logrado controlar sus crisis y continuar sus estudios universitarios. "Al principio fue difícil, pero los médicos y mi familia me han apoyado mucho. Ahora sé que puedo llevar una vida normal", comenta.

Historias como la de María son testimonio del esfuerzo del sistema de salud cubano por brindar una atención integral y humana. Sin embargo, también reflejan la necesidad de seguir fortaleciendo los programas de atención y garantizar el acceso a los recursos necesarios.

 

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Daniela Verdecia Castillo

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