Resalta la evaluación, por primera vez, de la degradación forestal en más de 10 000 hectáreas de bosques, mayormente naturales, lo cual permitió formular 32 proyectos de manejo destinados a disminuir esa condición y aumentar la remoción de carbono atmosférico.
Otros aportes del quehacer investigativo del país son la actualización del plan de manejo del Paisaje Natural Protegido Varahicacos, en Matanzas, y los avances registrados en el ordenamiento de la cuenca hidrográfica Ciénaga de Zapata, y el diseño de una metodología para la estimación cuantitativa, por satélites meteorológicos, de las precipitaciones, para su uso en el pronóstico de la sequía en Cuba. Este fortalecerá el sistema de alerta temprana y contribuirá a la toma de decisiones enfocadas en reducir sus negativos impactos.
Se fortalecieron las capacidades operativas de cuatro centros de gestión de riesgos de desastres y cuatro puntos de alerta temprana, en tanto 190 000 personas resultaron beneficiadas por el incremento de la resiliencia de sus territorios.
La caracterización climática de la región oriental, cuyos resultados serán aplicados a otras regiones montañosas del país, hasta conformar la Climatología de Montaña de Cuba, destaca, asimismo, entre los resultados científicos en materia ambiental.