Dicha puesta en escena, que tiene coreografía de Maceo Cabrera y de Julio Rojas Dussú, servirá para saludar, además, el 14 de Diciembre, Día del Trabajador de la Cultura, efeméride que se celebra en todo el país.

El equipo que está junto al autor lo integran: Vladimir Martínez Savón, en el diseño de cartel promocional, escenografía, atrezzo, vestuario y realización, instrumentistas de la propia Compañía se encargan de la orquestación acompañante, y la asistente de dirección es Kenia Pájaros Marciel.

No solo el estreno de esta tarde sino el trabajo precedente de “Kokoyé”, confirma que la Compañía transita, de la mano de Yoilán, por un momento estelar de su trabajo en el universo folclórico cubano, algo de lo que sentirá orgullo, donde quiera que esté, el fundador del grupo en 1989, el inolvidable Juan Bautista Castillo Mustelier, quien siempre apostó por reflejar lo más autóctono de la cultura popular tradicional.

Detalles del surgimiento de “Kokoyé”, la ubican inicialmente como una agrupación para mostrar el folclor más cubano al turismo, pero al margen de esa condición, la Casa del Caribe asume la Compañía como algo propio de ahí que durante unos 20 años el patio de la institución caribeña fue el escenario principal de las actuaciones del conjunto.

Luego de la Casa del Caribe, el Complejo Cultural Rogelio Meneses Benítez (antiguo cine Duplex), ubicado en el Centro Urbano José Martí, en el noroeste de esta ciudad, pasó a ser sede de la Compañía.

Con una historia de 34 años en los escenarios cubanos, “Kokoyé” mediante su repertorio activo y peñas de rumba, ha transitado con éxito en un entorno muy exigente, dado la reconocida calidad de los grupos homólogos que se mueven a su alrededor.

“Kokoyé”, como parte de su labor de promoción del folclor, ha rendido homenaje, con sus actuaciones, a figuras de la talla de Eduardo Rivero Walker, Rogelio Meneses, Fátima Patterson, Ramiro Herrero, Raúl Pomares, Carlos Padrón, Manuel Ruiz Vila, Carlos López-Rosa…

Con cerca de una veintena de obras en su repertorio, originales y/o coreografiadas por Juan Bautista, Wilfredo R. Rodríguez, y la mayor parte de estas del maestro Antonio “Tony” Pérez, además de los trabajos de Yoilán Maceo Cabrera, la agrupación –reiteramos- transita por un momento estelar.

Y al respecto, la especialista en Comunicación y jefa de ese Departamento en el Consejo Provincial de las Artes Escénicas, Katiuska Betancourt Montero, señala en un artículo sobre “Kokoyé” y su estreno de esta tarde:

“…esta propuesta músico- danzaria ha querido resaltar la importancia de la orisha Oyá dueña de las centellas, los temporales y en general de los vientos. El espectáculo hace alusión a la relación de esta orisha con Ikú, la divinidad de la muerte en una historia fabulosa cargada de música, danza, audiovisuales y artes plásticas”.
Y agrega Betancourt Montero al referirse a la función de este 14 de Diciembre, en saludo al Día del Trabajador de la Cultura:

“Esta es una invitación para conocer más a fondo a esta Orisha Mayor que con su voluptuosidad y encanto es poseedora de los temporales, los vientos fuertes y huracanados. Oyá simboliza además el carácter violento e impetuoso. Vive en la puerta de los cementerios y representa la intensidad de los sentimientos lúgubres. Además es de temperamento sensual y apasionado”.
Esta deidad tiene su catolización en Cuba con la Virgen de la Candelaria; Virgen del Carmen (La Habana y Santiago de Cuba) y Santa Teresa de Jesús (de Matanzas hasta Las Villas), según refiere Natalia Bolívar Aróstegui en su clásico libro Los orishas en Cuba.

Para afianzar el éxito de Ayagba Ikú, Yoilán Maceo buscó un respaldo casi insuperable en los criterios autorizados de Dulce María Rodríguez Sánchez, asesora de religión; el maestro Tony Pérez, en la danza; Milián Galí Riverí, en la música; Lucas Brandolis, en los cantos, y Vladimir Martínez Savón, en el vestuario y escenografía.

“Con su iruke, su corona de nueve puntos y su falda de nueve colores, excepto el negro, Yanisleikis Castillo Despaigne es la Oyá Principal de este espectáculo”, dijo finalmente Katiuska Betancourt Montero.