Envueltos en la mítica del arriesgado asalto que encabezó Fidel contra la posición de la tiranía, cientos de lugareños disfrutaron de un emotivo acto que hizo saltar más de una lágrima a los presentes, quienes fueron presididos por José Ramón Monteagudo Ruíz, miembro del Comité Central del Partido y Primer Secretario en Santiago de Cuba.
Allí fueron entregados carnés del Partido Comunista de Cuba y de la Unión de Jóvenes Comunistas, a varios jóvenes estudiantes y trabajadores un hecho que reafirma el constante crecimiento de la Revolución en Uvero.
Al pronunciar las palabras centrales, Beatriz Johnson Urrutia, Miembro del Comité Central y Gobernadora expresó:
“A 65 años de este significativo hecho nuestra sociedad sigue luchando, ahora con el ejemplo de nuestros líderes históricos y el protagonismo de las generaciones de cubanos que se han incorporado al combate en defensa de la Revolución como dignos herederos de los Maceo y Frank.
“Nos inspira además el extraordinario patrón de firmeza, estoicismo, coraje, sacrificio, resistencia y dignidad de los caídos en el combate de Uvero como símbolos imborrables para las actuales y futuras generaciones de cubanos, ejemplos de las ideas sembradas en el pueblo por la Revolución”.
Cientos de habitantes del poblado de Uvero, ubicado en la costa sur oriental a más de 90 km. de la ciudad de Santiago de Cuba, acudieron esta mañana a rendir honor a los caídos y a celebrar la victoria que rindió frutos allí donde radica la más importante plaza cultural del municipio de Guamá, y el pueblo dispone de varios centros educacionales, de salud, de servicios comerciales y gastronómicos, con cobertura de datos móviles, entre otros.
En la madrugada del 28 de Mayo de 1958 la guerrilla se enfrentaba a su prueba de fuego, atacar y tomar una posición bien protegida por los efectivos de la tiranía, una victoria que costaría siete valiosas vidas a los guerrilleros y sobre la que su estratega principal El Comandante Fidel Castro Ruz expresara:
“Cuando aprendimos a quitarle las armas al enemigo habíamos aprendido a hacer la Revolución, habíamos aprendido a hacer la guerra, habíamos aprendido a ser invencibles, habíamos aprendido a vencer.
“¡Y sin que nadie nos enviara nada, sin que nadie nos tirara, en submarino o en avión, armas! ¡Así hicimos nuestra guerra revolucionaria y así ganamos nuestra guerra revolucionaria!”