“Es muy bueno que del sudor de nuestra frente y del trabajo de nuestras manos obtengamos estos resultados; nuestras familias lo agradecen, porque no pocos tienen hijos” expresó a Sierra Maestra el muchacho que pasa el Servicio Militar Activo en este mando de las Fuerzas Armas Revolucionarias y trabajar en el sitio donde radicó la Comandancia del III Frente Oriental Dr. Mario Muñoz Monroy, dirigido por el inolvidable Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque.
De acuerdo con el Teniente Coronel Jesús Alexis Enamorado Hernández, quien es el Jefe para el trabajo político en la Jefatura Territorial del EJT en la provincia, “nosotros cumplimos, fundamentalmente, tareas de primer orden en el ámbito económico-productivo. Cada una de estas se realiza en conjunto, nuestros soldados participan en la realización de los planes productivos, se acogen a los programas de superación y formación de oficiales y otros beneficios; un número considerable ingresa a las filas de la Unión de Jóvenes Comunistas”.
Enamorado Hernández destacó que “con la implementación del Decreto-Ley 385 estos jóvenes tienen el derecho a convertirse en usufructuarios y en los procesos para serlo se les concede prioridad. Nosotros coordinamos con las delegaciones municipales de la Agricultura. Ellos pueden trabajar hasta 26 hectáreas para cultivos varios y si es para ganado mayor 67; también se les incluye en los planes de construcción de viviendas. Muchos soldados prefieren continuar en las Fuerzas Armadas”.
El cuarto Ejército y la seguridad y soberanía alimentaria
Permanece invariable el compromiso de servir al país tanto en la defensa como en su desarrollo para soldados, oficiales y civiles del EJT, que surgió el 3 de agosto de 1973 tras la fusión de la Columna Juvenil del Centenario y unidades militares dedicadas a la producción.
Este medio siglo de existencia del llamado Cuarto Ejército ha estado signado por tropas laboriosas y disciplinadas al punto que se han convertido en uno de los actores fundamentales en la producción de alimentos y en otras actividades vitales como el mantenimiento a las vías férreas.
En el municipio de Tercer Frente son cuatro las fincas en las que se cría ganado vacuno, codornices y aves rústicas, semirústicas y campera; igualmente abundan conejos, ovejos y cerdos en sus diferentes razas, potenciando la de capa oscura.
El autoabastecimiento es un principio para cada finca, varias hectáreas están sembradas para garantizar la alimentación de los animales. Unas 83 toneladas de pienso criollo se elaboran mensualmente sobre la base de palmiche (60 %), soya (20 %), trigo (10%), sumados a una premezcla, sal y otros ingredientes que “no hay que buscar en La Habana o Santiago de Cuba, mucho menos importarlos; todo se produce en el territorio”, confirmó el Teniente Coronel.
La producción de nueve toneladas de yogurt de yuca ha sido otro de los logros del EJT en el Tercer Frente. Fuentes aseguran que el objetivo es aumentar las producciones y colaborar con otras instituciones para hacer de la Ley de soberanía alimentaria un ente vivo, en tanto establece las pautas que, de aplicarse con seriedad, nos harán avanzar.
Del dicho al hecho
Aquí las estadísticas están en consonancia con la realidad. Las producciones suplen las necesidades de las unidades, se comercializan en varios puestos de las comunidades rurales del municipio y de Cruce de los Baños -localidad cabecera- y en la capital de la provincia.
El trecho que se evidencia entre el “dicho y el hecho” es muy corto. Por ejemplo, la finca Limones tiene 121 cabezas de ganado mayor y hasta la fecha las vacas han producido más de 13 000 litros de leche cuyo destino ha sido la industria procesadora. Dicho resultado ha propiciado mejoras en la infraestructura y en la atención al personal.
La San Piñí se ha especializado en la crianza de cerdos -con 313 en preceba-, 134 conejos -16 en ceba- y el fortalecimiento de los cultivos varios que también se expenden, conforme a los listados de precios y tarifas, en los asentamientos cercanos.
En La Casona -otra de las fincas-, son atendidas 839 aves rústicas, semirústicas y camperas, 34 conejos de ceba, 157 codornices y 40 cerdos de capa oscura. La reproducción de cada especie resulta vital para garantizar la sustitución de los ejemplares que, o bien se venden vivos, o son sacrificados para el consumo interno.
En ese sentido, la reproducción porcina hasta la etapa de ceba ya tiene 400 cerdos -de estos 200 de capa oscura y 210 de las razas genéticas-; 3 533 gallinas ponedoras, 900 codornices, 60 ovejos y 60 conejos de ceba y más de 5 hectáreas sembradas para el consumo de los animales destinados a ese fin.
La producción de huevos -de gallinas y de codornices- también va en aumento y la atención veterinaria está garantizada. Las acciones de capacitación a los noveles soldados se intencionan para que las labores agropecuarias sean ecológicas.
La presencia del EJT en las ferias de los fines de semana y en los mercados estatales es notoria y el «propósito es aumentarla conforme se elevan los rendimientos en nuestras fincas: tenemos el ganado, las aves, la tierra y la fuerza de trabajo. Mientras más se produzca, más habrá en el plato de los cubanos y menos precios abusivos», resaltó Jesús Alexis.
De integral puede calificarse el camino recorrido por el Ejército Juvenil del Trabajo y lo que está haciendo en la producción de alimentos como una proeza, en las condiciones actuales de Cuba. El “sí se puede”, tantas veces expresado por el General de Ejército –fundador del EJT-, se manifiesta en el alto grado de cohesión, disciplina, autosuficiencia y contribución a la sociedad que caracterizan a esas fincas ubicadas en el montañoso Tercer Frente.