Entre las acciones que realiza la Defensa Civil para la salvaguarda de la vida están la organización y trasmisión del aviso, la protección en obras con ese fin, distribución de medios de protección, evacuación de la población, desconcentración temporal, observación y control de la contaminación, así como el trabajo de capacitación, orientación e instrucción a las personas para garantizar que asuman conductas adecuadas ante la ocurrencia de desastres.
En cuanto a la protección de los bienes y recursos materiales, realiza actividades dirigidas a la elevación de la estabilidad de la economía, protección de los animales, las plantas, las producciones agrícolas y forestales, resguardo de las materias primas, productos terminados, fuentes de abastecimiento de agua y alimentos y protección de los bienes culturales, objetos de valor y monumentos.
El salvamento y rescate, actividad fundamental para devolver esperanza y vida en medio de las contingencias incluye la exploración de los focos de contaminación, aislamiento y extinción de los incendios, prestación de primeros auxilios, la asistencia médica y trabajos de reparación urgente de averías.
Aún cuando suman 60 años en estos menesteres la Defensa Civil continúa enfrentando retos en el proceso de reducción de riesgo de desastres para lo que no deja de superarse y de trabajar en la base donde están las principales vulnerabilidades; en tal sentido se verifica y evalúa constantemente las medidas adoptadas en etapas pre desastres, el incremento de la preparación y exigencia a los inversionistas, al control de los requerimientos y uso de las normas técnicas en las construcciones.
Igualmente se observa y controla el fortalecimiento de la preparación del pueblo y de las fuerzas de respuesta, la protección de la población y sus bienes, de los recursos de la economía, el fortalecimiento de los sistemas de vigilancia para disponer de una información más oportuna para la toma de decisiones durante la respuesta, principalmente para sismos, sustancias peligrosas y eventos hidrometeorológicos extremos.
En tanto en el área académica se sigue trabajando por incrementar la inclusión de los aportes científicos en el proceso de reducción de desastres, la integralidad del Sistema de Dirección de las acciones de respuesta, el escalonamiento por fases de la respuesta, la combinación del análisis casuístico para cada evento y la modelación previa de escenarios.