Eso no se resuelve de un día para otro, pero en Santiago de Cuba hay una fuerte voluntad de mejorar las prestaciones sanitarias con una mayor organización de los servicios, una mejor preparación de los profesionales y la rehabilitación o construcción de locales y medios para ampliar y fortalecer la asistencia médica.
Así lo evidenció el intercambio de los profesionales del sector con el primer secretario del Comité Provincial del Partido, José Ramón Monteagudo Ruiz y la Gobernadora Beatriz Johnson Urrutia. En la cita se examinó el avance de las tareas con las que los salubristas honrarán el aniversario 70 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
Si bien en 2022 el territorio registró altas tasas de mortalidad infantil y materna, en este año se optimiza la atención a las gestantes, y en especial a las que presentan enfermedades asociadas o inducidas por el embarazo. En lo que va de 2023, se ha logrado la supervivencia del 100% de las pacientes extremadamente graves y una reducción importante de los decesos de menores de un año.
Baste decir que 88 mujeres han tenido peligro inminente para la vida y ninguna murió gracias al rigor en la aplicación de los protocolos médicos, el apoyo gubernamental al Programa y la entrega de los profesionales encargados de su atención.
Respecto a igual período del año anterior se reduce en 17 la cifra de bebés fallecidos. Lamentablemente hoy la mayoría de los desenlaces fatales en este grupo poblacional se debe a lesiones no intencionales que se produjeron en el hogar. También, han muerto neonatos por malformaciones congénitas incompatibles con la vida, pues ante el diagnóstico prenatal los padres decidieron continuar la gestación.
Esta provincia registra la mayor disminución en números absolutos de las defunciones de lactantes en Cuba; y lejos del triunfalismo inútil, se trabaja para atacar las deficiencias que aún socavan la calidad de la asistencia a las gestantes y a su fruto.
Salud Pública afronta tareas retadoras en las condiciones actuales, pero no imposibles si se labora con exigencia y minuciosidad. De hecho, se ha logrado avanzar en la mayoría de los compromisos. En este sentido, está previsto saludar el Día de la Rebeldía Nacional con la reparación de 52 consultorios; de los servicios de Hemodiáisis de los hospitales Juan Bruno Zayas Alfonso y Giraldo Aponte, en Guamá; de la cámara gamma del Hospital Oncológico Conrado Benítez; del centro de producción de fármacos de medicina natural y tradicional de San Luis; y de las clínicas estomatológicas Mártires del Moncada, José Luis Tassende y Dos Caminos.
Asimismo, se acometen obras constructivas en dos nuevos dispensarios; en seis hogares maternos en Contramaestre, Santiago de Cuba, Tercer Frente, Guamá, San Luis y Songo-La Maya; así como para el montaje de cuatro bases de oxígeno en los hospitales Juan Bruno Zayas Alfonso, Ambrosio Grillo, Orlando Pantoja e Infantil Sur.
Otros objetivos son producir más de cinco millones de frascos de apifármacos, fitofármacos y quimiofármacos; y recuperar 12 ambulancias que estaban en desuso por falta de piezas de repuesto, de las cuales ya 10 están a punto y se trabaja en la solución de las restantes.
Mantener la estabilidad de la situación epidemiológica con el control de la Covid-19 y del dengue es otra de las prioridades. De ahí que se adopten medidas como la reactivación de las vacunas contra el SARS-CoV-2 a personas en situación de riesgo, a embarazadas, y a las madres que amamantan, para proteger a los menores de dos años, que por su edad no están inmunizados.
En el encuentro con las máximas autoridades del territorio, el doctor Julio Guerra Izquierdo, director provincial de Salud, explicó que el municipio más afectado por la arbovirosis es Palma Soriano y detalló la estrategia para contener la enfermedad.
Aunque el rol Salud es vital para prevenir epidemias, en última instancia el éxito depende de la disciplina social en el cumplimiento de las medidas higiénico sanitarias para evitar la transmisión de enfermedades.
Los asistentes expusieron lo que se hace para organizar mejor los servicios médicos y reforzar el control de los recursos a fin de que lleguen a los pacientes; también refirieron la importancia de la superación profesional para elevar la capacidad resolutiva de directivos y trabajadores.
Está claro que elevar la salud del pueblo y propiciar su satisfacción frente a las prestaciones sanitarias requieren tiempo y mucho trabajo. Este sector, quizás como ningún otro, ha mostrado la inconmensurable capacidad transformadora del binomio ciencia-solidaridad y es la expresión más alta de la protección al ser humano inherente a la Revolución.
Por eso, más allá de la premura que suelen imponer los compromisos, hoy en Salud Pública hay una acertada visión de los problemas que afectan al sector y, en consecuencia, se buscan soluciones sostenibles y perdurables, aunque las limitaciones materiales y las de orden subjetivo impidan avanzar con la celeridad deseada.
Sin el menor atisbo de auto complacencia, y con muchísimos obstáculos que superar, los que aman su profesión y sienten como propio el dolor ajeno, no son Quijotes luchando contra imposibles. Soñadores, eso sí, como los que desafiándolo todo asaltaron el Moncada... soñadores con los pies en la tierra.