El Programa tiene representantes en cada consejo popular de la provincia y cuantifica lo que se hace desde cada contexto, sea hogareño, comunitario, de estructuras agropecuarias o en las fincas privadas.
La cifra de más de 92 mil patios produciendo para el consumo familiar a lo largo y ancho de la geografía santiaguera y el hecho de que el Programa de la Agricultura Urbana aquí sea de referencia para el país implica un mayor compromiso para que repercutea más en los platos de las personas.
Fuentes, como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), destacan que alrededor del 80 por ciento de las familias en el mundo cultivan, al menos, plantas ornamentales y, sin saberlo, son parte de la agricultura familiar, lo que indica que al cultivar en un jardín o habilitar canteros en las azoteas es parte también de la AUSUF.
Pero, definitivamente, se debe ganar más en divulgación, en capacitar a los productores e incorporar a nuevos.
Tras la indicación del General de Ejército Raúl Castro Ruz, en el 1987, de generalizar el modo de cultivo de hortalizas sobre bases orgánicas, la Agricultura Urbana ha pasado a ser un Programa rector en las producciones agropecuarias desde los hogares en toda la Isla.
La Dra. C. Elizabeth Peña Turruellas, miembro del Consejo de Estado y Jefa del Grupo Nacional de la AUSUF -y una de sus fundadoras-, asegura que “con ese firme propósito continúan produciendo con Santiago a la vanguardia”.