Allí se dió a conocer que se cuantifican 128 mil vacunos; decrece la provincia en 26 mil cabezas en relación al año anterior: en el municipio santiaguero se concentra el mayor número, seguido por Mella y Songo-La Maya, y de que de mantenerse el ritmo en cinco años, se perdería al 100% en estos territorios.
Incumplen un total de 67 estructuras, con casi 500 productores. Entre las causas se informaron el hurto y sacrificio ilegal (más de nueve mil bajas); las muertes y su impacto en los resultados productivos; insuficiencias en la seguridad y protección a los animales de las unidades productivas, y el déficit en su alimentación; la falta de control; la baja natalidad.
Los campesinos de mayor experiencia compartieron la necesidad de crear condiciones de crianza, garantizar el plan de alimentación, el agua, y el cumplir con los parámetros para el trabajo con los animales, velando por no esperar al envejecimiento de las novillas, que tienen su tiempo reproductivo ideal.
Se refirieron a las medidas adoptadas en las cooperativas, como parte del enfrentamiento a los hechos contra el ganado mayor.
Al tiempo, se destacó que hace falta un mayor número de inspecciones estatales; pagar a los productores en los tiempos pactados; recuperar las vaquerías; realizar más operativos, pues es muy poca la activación de los factores de la comunidad, y la no existencia de suficiente fuerza de trabajo también incide.
A la Plenaria acudieron Presidentes de las Asambleas Municipales, Intendentes, Viceintendentes, directores, cuadros de la Agricultura, presidentes de cooperativas, de Consejos Populares, una representación del Minint, la Fiscalía, Tribunales, Contraloría y otros organismos de control.