Gleydis Velázquez, ama de casa, aseguró que la visitó “todos los días porque compré para mi casa, la de mis padres y a mi hermana que es doctora”. Ambas declaraciones me recordaron a un viejo amigo, por demás agricultor, que no se cansa de afirmar que la abundancia es la principal contención de los precios elevados y la inflación, “porque cuando eso sucede nos vemos en la obligación de bajarlos para no perder la mercancía”.
Sin embargo, tal concepción se torna relativa en tanto las imperantes relaciones económicas –no pocas veces de carácter ilegal e informal-, estandarizan los precios y tarifas con márgenes de ganancia extremadamente elevados. Es así que “dondequiera se venden productos del agro, confituras, ropa, calzado y hasta equipos electrodomésticos al mismo precio; por ejemplo, en las inmediaciones del Hospital Juan Bruno Zayas en todos los puestos las galletas y bebidas tienen igual valor, tal parece que se ponen de acuerdo”, dijo Rosa Morales, una jubilada del sector de la Salud.
Lo anterior también se manifiesta, en las ferias agropecuarias, donde concurrentes y estructuras productivas del sector cooperativo-campesino venden según el precio máximo y no en correspondencia con la calidad e incluso cantidad, es así que la relación entre oferta-calidad-demanda se torna utópica.
De manera que, atendiendo a las festividades de fin de año y a las condiciones reales de la provincia, se implementó una estrategia que durante los días 28, 29 y 30 de diciembre demostró que “nuestros campos, trabajados por miles de mujeres y hombres, son muy productivos, y que cuando se controla la comercialización y se concertan los precios, aumenta la satisfacción del pueblo, aunque sus necesidades son siempre crecientes”, sentenció la Primera Secretaria del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC), Beatriz Johnson Urrutia.
Los primeros frutos del “regreso a la tierra”
La Ciudad Héroe se asienta en el municipio más poblado del país, a su vez es la urbe más populosa detrás de la capital de la República. “Esto implica que del medio millón de habitantes que tiene, la inmensa mayoría reside en la zona urbana y su alimentación depende, en gran medida, de lo que se produce en otros municipios”, explicó a Sierra Maestra el Delegado del Ministerio de la Agricultura (Minag) en la provincia, Eliover Zapata Hidalgo.
Es así que en la demarcación con el relieve más abrupto del país “hay que aprovechar cada pedazo de tierra y no dejar perder nada. Estoy seguro que los nueve municipios pueden autoabastecerse en gran medida y una vez consumado dicho propósito, con espíritu fraternal, aportar a la provincia y el país”, recomendó el Vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, en una de las visitas de trabajo realizadas en 2024.
Tras la disminución de la producción agropecuaria, en el contexto de la pandemia de la Covid-19, a partyri del segundo semestre de 2022 y durante 2023 fueron sembradas unas 70 000 hectáreas (ha) de cultivos varios. Desde entonces, se labora de manera intensiva en 49 áreas de desarrollo agrícola y varios polos productivos, entre los que resaltan –por su extensión y rendimiento-, los de Laguna Blanca, en Contramaestre, El Alambre, en San Luis, y Los Reynaldo, ubicado en Songo- La Maya.
El entonces Primer Secretario del PCC en Santiago de Cuba, José Ramón Monteagudo Ruiz, fomentó este movimiento que rescató áreas que antaño estaban sembradas y que por el abandono y decisiones erróneas fueron invadidas por el marabú, “chapeamos mucho, pensamos que no iba a tener fin, y ahora hay yuca, maíz, boniato y habrá más”, rememoró el joven palmero Omar López Labrada, de la zona de Santa Rita.
En este contexto, ya suman 31 000 los usufructuarios que trabajan una 38 000 ha, “y somos la provincia que más tierras ha destinado para los autoconsumos con 20 000 ha, y para el primer trimestre de 2025 se han contratado cinco mil toneladas (ton) de cultivos varios y dos millones de litros de leche, por encima de igual periodo del año anterior. Eso dice mucho de lo que se ha logrado pero la gente no se alimenta de estadísticas sino de lo tangible y, en ese sentido, estamos dando los pasos más firmes”, añadió Zapata Hidalgo.
Las principales autoridades de la provincia chequearon el desarrollo de las ferias
Santiago de Cuba tiene 478 estructuras productivas -entre cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA), de Créditos y Servicios (CCS), y unidades básicas de Producción Cooperativa (UBPC-)-, y 42 000 productores. “Demuestran lo acertado que fue José Martí cuando dijo que si el hombre sirve la tierra sirve y que las medidas aprobadas, aunque no con el ritmo deseado –e impostergable-, van reimpulsando el sector”, expresó George Olivares Massó, Presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños en la provincia.
“A mi entender, el problema fundamental con los productos del agro tiene su génesis en que, aunque se siembra y cosecha en no pocas cantidades, desafortunadamente los frutos pasan por muchos intermediarios que quieren ganar más que el campesino, y el pueblo lo adquiere a precios elevados.
Esto demuestra los grandes baches de la comercialización”, precisó la colega Yaniuska Pérez Verdecia, que se ha especializado en estos temas.
La Feria que marca una antes y un después
La organización de las ferias de los fines de semana se ha perfeccionado y en el caso de las realizadas por las fiestas de fin de año se laboró de manera más profunda e integral: “a las cuatro de la madrugada estábamos listos para salir en caravana hacia la ciudad de Santiago con cultivos varios, fueron casi 30 000 libras que vendimos en el área del Paseo Martí, donde también ofertamos caldosa a 20 pesos el vaso”, dijo Dagmaris Milanés Dinza, Presidenta de la UBPC El Alambre.
En los tres días “llegaron a la ciudad capital 455 camiones cargados con 3 728 toneladas -entre viandas, granos y hortalizas-, y 175 de carnes –de aves y ganado vacuno, bufalino y ovino-caprino”, especificó el Delegado del Minag, quien tras subrayar que “estas carnes tuvieron un precio máximo de 400 pesos por libra y que con la de búfalo, que no entra en el balance nacional, pudimos consolidar una mayor oferta, en contraste con la de cerdo que rondó los 800 pesos”.
Fueron siete áreas de feria en Santiago con precios concertados: “estábamos al tanto de que la libra de boniato no podía exceder los 20 pesos, igualmente con de yuca y la calabaza; el tomate de primera a 60. Las tablillas tienen que ser públicas y los consumidores tienen sus derechos en cuanto a la calidad, el pesaje y la atención de manera general”, aseveró la inspectora Rudy Suárez Arias.
Sin embargo, como denunció Ramón Véliz, “se hace necesario que las autoridades revisen que las pesas estén certificadas, porque no es un secreto que ahí se roba; yo siempre ando con una digital y cuando compré cinco libras de carne de res, realmente me despacharon 4,7. Otro elemento es el de la higiene e inocuidad de los alimentos, no siempre los vegetales están frescos, por solo citar un ejemplo”.
Hasta la avenida de Céspedes llegó el productor Wilfredo Danguillecurt Sánchez, “con más de 100 cajas con huevos que estamos produciendo en naves de la Empresa Avícola de nuestra provincia como parte del encadenamiento entre las formas de gestión estatal y privada; la venta fue constante y de gran aceptación, cada huevo rondó 40 pesos por debajo de lo que se expende en la calle”.
Otros 22 camiones, repletos de fruta bomba, guayabas, tamarindo, etc., abastecieron el Festival de las Frutas, “y nuevamente, conforme a lo legislado, los precios fueron discutidos con los productores y se demostró que los márgenes comerciales pueden ser flexibles sin causar pérdidas ni caer en abusos a la población”, ponderó el Delegado de la Agricultura.
También se desarrolló, en la Avenida Victoriano Garzón, el del Asado, “hubo carne asada en abundancia, no solo de cerdo sino otras, yo compré de pollo que era menos cara, y con eso garanticé la cena de fin de año”, añadió Marianela Santana Castellanos.
También “fueron supervisados los depósitos del efectivo en los bancos y el respeto al derecho de los clientes a pagar a través de los canales electrónicos, aunque todavía hay quienes lo realizan hacia sus cuentas personales o aluden a que el QR o las transferencias están presentado problemas”, agregó Suárez Arias. En ese sentido, todavía resta por hacer dadas la propia naturaleza de este tipo de actividad donde la venta y las colas se realizan en condiciones diferentes a las de los mercados agropecuarios y puntos de venta, respectivamente.
Todo el sistema de la Agricultura y el resto de las entidades garantizaron una exitosa feria en San Luis
Los sanluiseros pudieron adquirir “leche de vaca, yogur natural, frutas, vegetales, carbón, leña y hasta comida elaborada; la carne de res a 300 pesos, en fin hubo de todo y para todos”, aludió Andy Reyes Armero. Este territorio ha continuado implementado su estrategia “de involucrar a todos los factores y supervisar el cumplimiento de lo planificado”, precisó Rafael Muñiz Guillén, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular.
En Palma Soriano, la calle Paquito Borrero es el área principal “fue bueno de manera general, pero hubo productos caros como el aceite, las pastas y el propio arroz. Soy del criterio que lo que se logró para fin de año demostró que hay posibilidades reales de ferias con abundancia”, comentó Abelardo Estrada.
Esta feria “permitió que el pueblo adquiera productos frescos y también disfrutara de las opciones deportivas y culturales del talento local”, encomió la contramaestrense Maricel Cabrales Toro.
La realización de estas ferias en las ciudades, pueblos y comunidades de nuestra provincia demostró cuánto se puede hacer para garantizar una oferta que, de alguna manera, se acerca a las necesidades de la población y ahí radica una de sus principales lecciones. También marca un precedente para desarrollarlas, con similar magnitud, todos los fines de semana, hecho que se ha estado consolidando durante el primer mes de este año.
Que cada feria supere a la anterior en cuanto a oferta, precios y organización es el anhelo; como lo es el que las estructuras productivas sean del todo coherentes con el abastecimiento de los puntos de venta que poseen. Una constante amortiguará la especulación de quienes acaparan productos y, de manera ilegal, lo expenden por doquier.