Tienen el inmenso reto de superar el historial de incumplimientos y abastecer las demandas de la canasta familiar normada, que ha tenido mucha inestabilidad durante el presente año ya que el ingenio palmero apenas superó las ocho mil toneladas de azúcar crudo, ante un plan de más de 17 mil para la contienda 2023-2024.
El Dos Ríos molerá la caña procedente de sus campos y las del América Libre, de Contramaestre, y el coloso Julio Antonio Mella, de Mella. Por su parte, el Paquito Rosales, de San Luis, tiene el encargo de producir la llamada meladura, aunque no se renuncia a fabricar, de ser posible, azúcar, luego del extraordinario proceso de reparación al que fue sometido y que dio notables resultados.
La industria palmera también elaborará derivados de la caña, como mieles y alcoholes, y con sus turbogeneradores pretende autoabastecerse de energía y aportar al Sistema Eléctrico Nacional.