Esta importante unidad de salud, fue fundada el 16 de diciembre del 2011 con apoyo de la UNICEF.

Su objetivo principal es el de proteger apoyar y mantener la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de vida complementada hasta los años o hasta que el niño necesite. Con ello se busca disminuir los
riesgos inherentes a la alimentación artificial en recién nacidos y lactantes hospitalizados que carecen de leche de su madre durante su ingreso hospitalario, promocionar y favorecer la lactancia materna, apoyando a las madres que quieren amamantar a sus hijos y concienciar a la sociedad sobre su valor favoreciendo el incremento de la tasa de lactancia en la población es otra de sus funciones.

"Es de vital importancia el proceso de donación voluntaria como parte de la lactancia, ya que esta leche recolectada de otras madres se le da a los bebés de forma pasteurizada, libre de gérmenes que pueden complicarle su estado de salud", reconoció Uberlinda Rivera Aguilera, enfermera neonatóloga del Banco de Leche Humana.

"Anteriormente la lactancia era solidaria, o sea, una lactante amamantaba a otro bebé sin mediación de protocolos, por lo que con el crecimiento de las ITS se crean los bancos de leche humana”, afirmó.

Las madres donantes tienen varios requisitos para poder realizar este proceso, uno de ellos es valorar el estado de salud y tiene que estar activamente lactando. Dentro de este banco se vive cada día una experiencia dada la evolución favorable de cada niño ya que la leche materna es un alimento insustituible.

Uberlinda con lágrimas en los ojos, recuerda la
historia de un bebé que se quedó sin madre en el año 2012 debido a que ésta tenía varias patologías asociadas y el banco de leche se encargó de apoyar al niño hasta los 2 años de edad.

"Yo me siento realizada porque sé que la labor que estoy haciendo beneficia a muchos infantes y sus familias, además de que ayudo a que en un futuro esos niños se incorporen a la sociedad con menos riesgo de enfermedades respiratorias alérgicas y muchas otras”, añadió la enfermera con un tono un tanto afligido, señal de emoción por la satisfacción del deber cumplido.

La leche materna es indiscutiblemente el mejor alimento para los recién nacidos y lactantes, la Organización Mundial de la Salud recomienda que "cuando no se disponga de leche de la propia madre, la fórmula pasteurizada de madres donantes seleccionadas, es la mejor opción para la alimentación de los niños, sobre todo si se trata de niños enfermos o de alto riesgo”.