No obstante "se continúa trabajando en función de producir para la canasta familiar normada, en medio de la carencia de lubricantes para la maquinaria y los medios de transporte", así dijo a Sierra Maestra, Henry Domínguez Busto, director de informática, comunicación y análisis de esta Empresa Agroindustrial Azucarera.

El saldo negativo se fundamenta, además, en la no estable disponibilidad de caña, que llega desde los campos de toda la provincia, tanto por ferrocarril como por carreteras, y "que provoca que la industria procese la gramínea cada tres días, tras acopiar la suficiente para sostener la molienda", añadió Domínguez Busto.

De acuerdo con Osvaldo Arias Quezada, administrador del ingenio, el atraso también radica en el hecho de que "teníamos prevista la arrancada del central para el día 15 de diciembre de 2023 con un plan de más de 18 000 ton de azúcar, pero se inició 11 días después y las roturas no han dejado de incidir".

Mieles, aguardientes y otros derivados de la caña se encuentran entre lo que esta empresa agroindustrial elabora, apelando al uso eficiente de sus recursos humanos, materiales y financieros; de manera especial del combustible que el país destina al efecto.