En los últimos plenos del Partido Comunista, las reuniones del Consejo de Ministros y las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular , este tema ha sido analizado con profundidad y profundidad, en aras de encontrar y aplicar las soluciones más efectivas.
De la amplia gama de la economía, vamos a detenernos en algunos aspectos que inciden en su normal desarrollo.
El primer semestre del 2024, de acuerdo con la información oficial, se caracterizó por un alto déficit fiscal, emisiones monetarias más allá de lo recomendable; insuficientes ingresos en divisas; limitaciones con el combustible y la energía; una elevada inflación; e insuficientes encadenamientos entre los actores de nuestra economía.
Todo esto da lugar, en estos momentos, a los altísimos precios de los productos y servicios con que operan todas las formas de propiedad. Por ejemplo, en los últimos días del mes de julio, se realizaron más de 19 300 acciones de controles en el país, y el índice de detección de violaciones fue de un 60%, con la imposición de multas que superaron los 30 millones de pesos, y se aplicaron además medidas como las ventas forzosas y el retiro temporal del funcionamiento del establecimiento.
A esto hay que agregar que actores de la economía no estatales, que incluyen a mipymes, cuentapropistas, cooperativas, puntos fijos, carretilleros, diambulantes y otros, pese a los llamados y advertencias, no depositan el dinero en los bancos –no lo hizo el 70 % en el primer semestre- provocando el desabastecimiento de efectivos en esas instituciones, con la natural afectación a la población, que pasa muchísimo trabajo hasta para cobrar sus salarios y jubilaciones.
Creo que para todos está claro que lo fundamental para salir adelante es elevar la producción y la productividad del trabajo, pero también, a quienes les concierne, de arriba abajo, deben crear y aplicar con rigor medidas de orden y control, organizar los procesos de producción y servicios con eficiencia , así como ante las dificultades actuales impuestas por la recrudecida guerra económica de Estados Unidos contra Cuba, desde hace más de 60 años, innovar, romper inercias, actuar en correspondencia con el desarrollo a que aspiramos y necesitamos.
Todo esto, y otros elementos conocidos, integran un engranaje donde casi todo se ensambla, porque si no hay producción, los precios suben –aunque no tienen que ser especulativos-; si los actores económicos no estatales no depositan, el banco no puede tener efectivos para cumplir con sus obligaciones; si el trabajador no tiene dinero para comprar, no se puede recaudar en el Comercio Minorista; si éste no vende, no puede ingresar en el fondo del Estado; si el fondo estatal no tiene dinero porque está en la calle por encima del nivel de existencia de los productos y servicios, aumenta la inflación y suben los precios. Todo se concatena.
Lo que nos reta en este segundo semestre del año, como dijo el Primer Ministro cubano, es concentrar los esfuerzos, trabajar con eficiencia, definir bien los objetivos, propiciar el aseguramiento político, material y financiero, ordenando las acciones con un cronograma de implementación, para que estas no se queden en las palabras, sólo así lograremos corregir las distorsiones económicas y reimpulsar la economía que precisa el país.