
Orlando Guevara Núñez
Fueron muchas – y muy valiosas- las acciones de solidaridad del pueblo santiaguero con los moncadistas luego del asalto del 26 de julio de 1953. Y ese sentimiento hermoso no fue una excepción durante la permanencia de ellos en la Cárcel de Boniato.
La gesta independentista iniciada el 10 de octubre de 1868 en La Demajagua, contó de inmediato con un nutrido grupo de patriotas santiagueros que ya conspiraban contra el poder colonial español. Y entre ellos estaba José Maceo Grajales, un audaz joven de sólo 19 años de edad, quien iniciaba así su largo y útil expediente de servicio a la Patria, enriquecido por su participación en las tres guerras de ese siglo por la redención cubana.
Es bien conocido que José Martí es identificado universalmente como el Héroe Nacional de Cuba, Apóstol de la Independencia Cubana. También lo conocemos como El Maestro. Y como el Autor Intelectual del Asalto al Cuartel Moncada.
¡Marcos Martí!, ¡Marcos Martí!, ¡Marcos Martí!. Este acusado, llamado a declarar en el juicio contra los asaltantes a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, no podía responder. Había sido asesinado luego de ser hecho prisionero. Por descuido no lo habían incluido en la lista de los informados como “caídos en combate”. La mentira y el crimen se juntaban una vez más.
Personas humildes. Trabajadores, profesionales, campesinos, estudiantes, empleados. Algunos sin empleo. Esa era la procedencia de la inmensa mayoría de los jóvenes que el 26 de Julio de 1953 protagonizaron el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
“¿Qué, te parece buena?” “Creo que sí, a primera vista” La interrogante fue hecha por el joven revolucionario Fidel Castro Ruz; la respuesta pertenece al también joven Ernesto Tizol.