Después de seis fatigosas jornadas de marcha, partiendo desde Pata de la Mesa, Comandancia del Che, las Columnas 6 “Frank País”, al mando de Raúl Castro, y la 3 “Santiago de Cuba”, bajo la jefatura de Juan Almeida, llegaron a Puerto Arturo, en la propia Sierra Maestra, el día 6 de marzo. Allí quedó fundado el Tercer Frente “Mario Muñoz”, mientras que Raúl proseguiría su marcha para fundar el Segundo Frente Oriental “Frank País” cinco días después.
Ambos jefes habían venido como capitanes en el Granma y fueron ascendidos al grado de Comandante del Ejército Rebelde el 27 de febrero de 1958.
Al surgir el Tercer Frente, tuvo como misión principal lograr que el pueblo conociera la presencia del Ejército Rebelde en las proximidades de la capital oriental, cercando a Santiago de Cuba y otras ciudades cercanas, y no permitir la salida de armas y refuerzos de la tiranía hacia lugares atacados por otras columnas rebeldes, lo que implicaba el dominio sobre la carretera central y otras importantes vías de comunicaciones.
La zona de operaciones del Tercer Frente se extendía por un territorio de más de 6 000 kilómetros cuadrados, desde las cercanías de Santiago de Cuba hasta las de Bayamo.
Un total de 57 combatientes – 55 hombres y dos mujeres- integraron aquella fuerza inicial capitaneada por Almeida. El segundo al mando fue el entonces capitán Guillermo García Frías, primer campesino que se unió a la guerrilla luego del desembarco del Granma. La pequeña tropa estaba integrada, principalmente, por obreros y campesinos.
De acción en acción, esta fuerza fue creciendo hasta convertirse en baluarte del triunfo revolucionario del 1ro. de enero de 1959.
Una de sus operaciones iniciales tuvo lugar durante la noche del 10 y la madrugada del 11 de abril del propio 1958, cuando fue atacado y tomado El Cobre, con el fin de apoyar la Huelga de Abril y obtener explosivos y detonadores para el Ejército Rebelde. A partir de esa victoria, se fortalecieron las relaciones entre la guerrilla y los combatientes clandestinos, se abrieron nuevas vías de abastecimiento desde la ciudad hacia las montañas y creció el apoyo popular a la lucha armada.
En mayo de 1958, ante la Ofensiva de Verano, lanzada por la tiranía contra la Sierra Maestra – y por petición del Comandante en Jefe- las principales fuerzas del Tercer Frente, con Almeida al frente, se trasladan hacia esa zona, bajo el mando de Fidel. Los combatientes no llamados a esa misión, mantuvieron con éxito las acciones contra las fuerzas batistianas.
Con bravura y heroísmo los combatientes de Almeida, en su nuevo escenario, defendieron las posiciones asignadas, detuvieron al enemigo, lo golpearon y contribuyeron a su derrota definitiva.
Después de cumplida con éxito la orden de Fidel, regresó Almeida a su territorio inicial. En agosto de 1958 se establece en su Comandancia en La Lata. Fortalecido en número de combatientes y de armas, el Tercer Frente crecería también desde el punto de vista estructural.
Nacen las Columnas 10 “René Ramos Latour”, al mando del comandante René de los Santos; la 9 Antonio Guiteras, con la jefatura del comandante Hubert Matos (traidor después del triunfo) y otra al mando del ya comandante Guillermo García Frías. Surgen también las capitanías de Calixto García y Universo Sánchez. Cada una de estas fuerzas con capacidad combativa en sus respectivos territorios. En más de 200 emboscadas y escaramuzas el Tercer Frente Oriental “ Dr. Mario Muñoz Monroy” se impuso al enemigo.
En el área de este frente se crearon los Departamentos de Café, Cacao y Ganado, de Justicia, Suministro, Comunicaciones, Construcciones Civiles, Educación, Transporte y Sanidad Militar, para beneficio de la guerrilla y de la población civil. Ejemplo de esto fueron las 52 escuelas y 6 hospitales de campaña creados.
Así, para los días finales de la guerra, luego del desarrollo exitoso de la Operación Santiago, cuando ya las fuerzas del Primer, Segundo y Tercer Frentes combatían juntas, las tropas de Almeida habían cumplido su misión de sitiar a la ciudad de Santiago de Cuba. Junto a otras columnas, el cerco era letal para el enemigo. Y era inminente el asalto final, batalla que no fue necesaria por la huida del tirano.
El propio Almeida definiría luego el papel de sus tropas: “El Tercer Frente, nacido de la concepción revolucionaria y del espíritu de ofensiva de Fidel, cumplió con honor la misión que le designó el Comandante y Jefe, y fue uno de los pilares de la victoria definitiva del pueblo cubano”
Elocuentes son también las palabras del General de Ejército Raúl Castro: “Almeida cumplió con su proverbial lealtad, eficacia y espíritu de sacrificio, la misión de crear el Tercer Frente y posteriormente cerrar el cerco a Santiago de Cuba”.
En este aniversario 64 del Tercer Frente, los santiagueros, como todos los cubanos, multiplicamos nuestro tributo de agradecimiento y respeto a su jefe fundador, el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, a los combatientes caídos y a los que aún están físicamente junto a nosotros. Ellos son los protagonistas de nuestra historia, nuestras glorias y nuestras victorias.